Una mujer nacida producto de la violación demandó a su padre biológico, Carvel Bennett.
Ella nació hace 45 años, pero fue separada de su madre y adoptada al cumplir 7 meses.
La situación se presentó cuando Carvel Bennet, el padre de la mujer, tenía 28 años. La menor estaba por cumplir los 14. De acuerdo con medios británicos, tras ocurrir el delito, la menor no accedió a denunciarlo en su momento ni en el 2014, año en el que las autoridades la buscaron nuevamente.
Su hija tuvo la determinación de demandar al agresor.
No obstante, con el transcurso del juicio, se conoció que la víctima fue obligada a callar.
“Me dijeron que no dijera nada, sabía que a nadie le importaría ni me creería. Me sentí disgustada conmigo misma y lo hice durante muchos años. Creí que era culpa mía”, fueron las declaraciones de la víctima leídas por el abogado Peter Glenser.
Bennet no reconoció los hechos y tampoco pidió perdón.
Afirmó que la mujer (en ese entonces niña) había dado su consentimiento al decir que tenía 16 años. “No siento que tenga que disculparme con ella. No siento que le he hecho nada”, mencionó en el juicio.
Las pruebas de ADN demostraron que era el padre biológico de su demandante.
“Saber que soy, para algunos, la personificación de una de las peores cosas que le pueden pasar a alguien”, sostuvo la hija de la víctima. Además, señaló: “Bennett, has causado una carnicería total, tu acto de violencia disipó cualquier relación potencial entre mi madre biológica y yo porque elegiste violar a una niña”.
El Tribunal de la Corona de Birmingham calificó las afirmaciones del hombre, ahora con 74 años, como “ridículas”. De igual modo, reconoció el valor de las mujeres y los efectos que ha tenido el hecho en sus vidas.
El agresor fue condenado a 11 años en prisión.