Un agente de policía patrulla los alrededores de la Catedral de Notre Dame de París, Francia. Los galos han sufrido distintos actos terroristas que han afectado al sector turístico. Foto: EFE
Francia apenas se había recuperado de las consecuencias de los atentados de noviembre en París, cuando la matanza en el paseo de los Ingleses en Niza el 14 de julio asestó un nuevo golpe al turismo internacional en el país.
Después de los atentados del 13 de noviembre, que dejaron 130 muertos, los turistas extranjeros decidieron apartar Francia de sus destinos de vacaciones. Y aunque la situación tenía tendencia a normalizarse a fines del semestre, las llegadas en vuelos regulares durante el periodo desde enero hasta el 10 julio bajaron 5,8% respecto al mismo periodo en 2015 (-11% en París).
Pero al día siguiente del atentado de Niza, en el que murieron 84 personas y otras 435 resultaron heridas, de las cuales muchas son extranjeras, las llegadas de turistas por avión a Francia cayeron 8,8% entre el 15 y el 23 julio, según la empresa ForwardKeys, que analiza más de 14 millones de reservas de vuelos en todo el mundo diariamente.
El ataque también ahondó la caída de reservaciones de vuelos con destino a Francia, que se redujo en un 20%. “Niza destrozó el efecto de la Eurocopa, donde todo fue bien a nivel de la seguridad y que había restituido la buena imagen de Francia”, se lamentó ante la AFP Frédéric Valletoux, presidente del Comité de turismo de la región parisina.
“Y la prolongación del estado de emergencia no nos ayuda. Seguimos teniendo una contracción de la clientela, sobre todo estadounidense y asiática”, agregó.
En vigor desde el día siguiente a los atentados del 13 de noviembre, el estado de emergencia acaba de ser prolongado por seis meses más.
El mes de julio “no es globalmente muy bueno, la tendencia no es buena”, comentó el vicepresidente del principal sindicato hotelero, UMIH, Hervé Becam.
Hoteles de cinco estrellas
El atentado de Niza ha supuesto una baja de la tasa de ocupación entre 5% y 10% en esta ciudad y en la Costa Azul “hasta el 22 de julio”. En París, aunque el UMITH no ha facilitado datos, también “podemos anticipar una baja de 20% en la hotelería y quizás aún peor en la restauración”.
En relación a los hoteles de cinco estrellas y a los establecimientos de lujo, la filial Prestige del UMIH señala que del 1 al 13 de julio, el Revpar (el ingreso por habitación disponible, el principal indicador de la industria hotelera) estaba al alza del 9% “antes de hundirse brutalmente después del atentado de Niza, causando una baja de 45% el 28 de julio, por ejemplo”.
“Lo que es nuevo” es el desinterés de la clientela china por “París y Francia”, alerta el UMIH Prestige. “Vemos incluso anulaciones de eventos y de congresos, en el tercer y cuarto trimestre, que hasta ahora se habían mantenido pese a los atentados de París y de Bruselas”, añade.
La matanza de Niza también parece haber afectado a los franceses que tenían previsto irse de vacaciones. “La gente tiene miedo de ir al aeropuerto, de tomar un avión”, resume Alain de Mendonça, director general del operador Karavel-Promovacances.
Según el gabinete Protourisme, “el mes de julio no será muy bueno pero podía ser peor”, teniendo en cuenta el mal tiempo, que ha condicionado la elección para tomarse vacaciones, y las sucesivas huelgas que han afectado a los transportes.
La última huelga es la de los auxiliares de vuelo de Air France, que está prevista que siga hasta el martes, y que este fin de semana ha perturbado el tráfico de la compañía aérea, con casi el 20% de los vuelos cancelados.