Parece una obra del realismo mágico. Una ironía de ficción pero no lo es. Bolivia envía leche a Venezuela.
La otrora potencia petrolera que se codeaba con los emiratos de Oriente Próximo recibe leche subsidiada de uno de los países que antes se consideraba como subdesarrollado.
La verdad es que la economía de Bolivia, en manos de Evo Morales se ha ordenado y exhibe cifras interesantes. Pero además la ‘Arabia Saudita’ de Sudamérica se ha pauperizado a tal extremo que la falta de alimentos la lleva recibir ‘ayudas’ como la descrita por el diario crítico del Gobierno: Tal Cual.
Mientras eso ocurre un Nicolás Maduro se arropa en el incomprensible silencio de los vecinos de patio que protegen al establecimiento más que a la gente que sufre la polarización, la represión y la pobreza con un Gobierno que ejerce con mano dura la falsa herencia de un bolivarianismo que solo conserva el membrete y las consignas.
Por eso es que se ven expresiones desencajadas. Como cuando el ex Presidente del Gobierno español y ex Secretario General del PSOE ( Partido Socialista Obrero Español ) se ofrece a abogar por la libertad de los líderes políticos de oposición presos, como Leopoldo López y Antonio Ledezma. Maduro rechaza intromisiones, olvidando que cuando se trata de asuntos de derechos humanos la aludida soberanía no debe existir (Doctrina Roldós).
Esta semana la esposa de Ledezma recordó en Lima que ya no son 63 los presos políticos en Venezuela. Son 62. Uno de ellos se ahorcó recién en su celda. La señora Mizty Capriles de Ledezma estuvo con Lilian Tintori, esposa de López en la cita de la Fundación Libertad que preside el Premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa (El País).
El escritor y excandidato presidencial peruano se mostró extrañado del silencio de los presidentes de Perú, Chile, Colombia y Uruguay, quienes no se han pronunciado en solidaridad con los políticos opositores presos por el chavismo aferrado al poder.