El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010) lidera las encuestas de intención de voto para las presidenciales de 2018 en Brasil pero perdería con cualquiera de sus rivales en una eventual segunda vuelta, según una encuesta divulgada hoy por la firma Datafolha.
Lula, que dejó el cargo como uno de los presidentes más populares de Brasil pero cuya imagen se viene deteriorando por los escándalos de corrupción que salpican a su partido, lidera, con entre un 22 % y un 24 % de la intención de voto, las diferentes simulaciones hechas con Datafolha con probables candidatos a las elecciones presidenciales de 2018.
Pero el líder del socialista Partido de los Trabajadores (PT), que también enfrenta acusaciones de corrupción y ya llegó a ser conducido a la fuerza a una comisaría para prestar declaración, pierde en todas las simulaciones cuando es colocado frente a posibles rivales en una eventual segunda vuelta.
El exjefe de Estado ha manifestado en varios discursos en las últimas semanas que no descarta la posibilidad de disputar nuevamente la Presidencia en caso de que el Senado destituya definitivamente a su sucesora, correligionaria y ahijada política, Dilma Rousseff.
El Senado apartó del cargo a Rousseff el 12 de mayo pasado, y la sustituyó por su entonces vicepresidente, Michel Temer, mientras la somete a un juicio político destituyente bajo la acusación de haber maquillado las cuentas públicas en los últimos años para ocultar el grave déficit en las finanzas brasileñas.
El proceso puede concluir en agosto, cuando el Senado decidirá si considera culpable a Rousseff y la destituye definitivamente o si archiva el proceso y le permite concluir su mandato.
Pese a que Lula es el candidato mejor posicionado en los diferentes escenarios electorales, su ventaja desaparece cuando tiene que enfrentar a cualquiera de sus posibles rivales en segunda vuelta.
De acuerdo con Datafolha, en una disputa directa con el senador Aécio Neves, derrotado por Rousseff en las presidenciales de 2014, Lula solo obtendría el 36 % de los votos, frente al 38 % del líder del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB).
En caso de que tenga que enfrentar a la exsenadora y exministra de Medio Ambiente Marina Silva en una eventual segunda vuelta, Lula recibiría el 32 % de los votos, muy por debajo del 44 % que se le adjudica a quien fuera la tercera candidata más votada en 2014.
Si la disputa en segunda vuelta fuese con el actual ministro de Relaciones Exteriores, José Serra, igualmente del PSDB y a quien Rousseff derrotó en las presidenciales de 2010, Lula obtendría el 35 % de los votos y el senador un 40 %.
Y si el enfrentamiento en la segunda vuelta llega a ser con el gobernador de Sao Paulo, Geraldo Alckmin, a quien el propio Lula derrotó en las presidenciales de 2006, la situación se invertiría y el dirigente del PSDB recibiría el 38 % de los votos y el expresidente el 36 %.
Pese a ser el posible candidato más conocido y a liderar todas las encuestas, Lula es perjudicado en una eventual segunda vuelta por su elevado nivel de rechazo entre los electores.
Mientras que el 46 % de los encuestados por Datafolha asegura que nunca votaría en Lula en unas elecciones presidenciales, el índice de rechazo tan solo es del 29 % para Aécio Neves, del 19 % para José Serra, del 17 % para Marina Silva y del 16 % para Geraldo Alckmin.
Datafolha dijo haber entrevistado a 2.792 electores entre el jueves y el viernes de esta semana y la calculó a su encuesta un margen de error de dos puntos porcentuales.