El primer ministro italiano, Matteo Renzi (c), se reúne con miembros de equipos de rescate durante su visita al lugar del accidente entre dos trenes. Foto: EFE
Italia buscaba entender el 13 de julio el accidente ferroviario que dejó al menos 25 muertos la víspera en la región de Apulia (sur), mientras continuaba la identificación de las víctimas.
Se trata de uno de los peores accidentes ferroviarios ocurridos en la región de Apulia, entre las más turísticas de Italia y muy visitada durante los meses de verano (boreal).
Las razones de este choque frontal entre dos trenes seguía siendo un misterio este miércoles.
Varios responsables de la policía y de la empresa de ferrocarriles que opera en este tramo que conecta Bari a Barletta, se limitaron a decir que “uno de estos trenes no debía estar en esta vía única” en el momento del accidente.
El tramo entre Corato, situado a medio camino entre esas dos ciudades del sur de Italia, y Andria, a una decena de kilómetros en dirección de Barletta, es una vía única. Los jefes de ambas estaciones deben ponerse de acuerdo por teléfono para dejar pasar un tren en una u otra dirección.
El jefe del gobierno italiano, Matteo Renzi, prometió el 12 de julio que se aclararán las causas de la tragedia. “No vamos a detenernos hasta que se conozcan las causas del accidente”, dijo Renzi.
El presidente, Sergio Mattarella, denunció por su parte “un accidente inadmisible” y exigió que se establezcan “con exactitud las responsabilidades”.
“Hemos puesto a disposición de las autoridades judiciales todos los registros de las comunicaciones entre las estaciones. Tenemos toda la información, ahora debe ser analizada”, dijo Massimo Nitti, director general de Ferrotramvia en un canal local.
Muchos jóvenes entre las víctimas
“Hemos contabilizado 25 muertos y dos personas cuyos cadáveres no han sido hallados. Hay además 50 heridos”, dijo el 13 de julop a la AFP la protección civil de Bari.
“No podemos excluir que haya más personas entre los escombros. Es una labor muy lenta”, señaló Luca Cari, portavoz de los bomberos.
Los rescatistas trabajaron toda la noche para buscar supervivientes entre los hierros retorcidos del tren. Mientras tanto, los familiares de las víctimas comenzaron a identificar los cuerpos de sus allegados en el hospital de Bari.
“Hay muchos jóvenes entre las víctimas, intentamos ponernos en el lugar de las personas que tratan de saber si sus familiares figuran entre las víctimas. Tampoco es fácil para nosotros”, dijo ante la prensa Maria Storelli, una de las psicólogas que brinda apoyo a las familias de las víctimas.
“Hay un tiempo para todo. Ahora es el momento de llorar, de estar cerca de la familia”, dijo Renzi el 12 de julio por la noche después de visitar el lugar del accidente.
El ministro de Transportes, Graziano Delrio, se presentará el 13 de julio ante en Senado y la Cámara de los Diputados para informar sobre la tragedia.
El último accidente de tren en Italia ocurrió en noviembre de 2012, cuando un tren regional en Calabria (sur) chocó contra un vehículo que transportaba a obreros rumanos, matando a seis personas.
En julio de 2013, 38 personas murieron cuando un autobús cayó por un barranco.