La Iglesia Católica pidió a “reflexionar” a Martha Liria Sepúlveda. Ella será la primera persona en Colombia en recibir la eutanasia sin contar con un diagnóstico médico terminal.
La mujer sufre de esclerosis lateral amiotrófica hace tres años. Apenas puede caminar y dice tener los dolores en sus piernas que se han intensificado a tal punto que debe apoyarse en alguien más para desplazarse. Ella accederá a la eutanasia el próximo 10 de octubre.
De esta manera, Sepúlveda será la primera en Colombia en acceder al derecho a la muerte digna de acuerdo con la sentencia C-233. Esta fue expedida por la Corte Constitucional el pasado 23 de julio. Con esta nueva regulación se amplió la definición de dicho derecho.
Ante esto, la Conferencia Episcopal de Colombia se pronunció por medio de un comunicado firmado por monseñor Francisco Ceballos. Él es obispo de la Diócesis de Riohacha y presidente de la Comisión Episcopal de Promoción y Defensa de la Vida. Señaló:
“Martha, la invito a reflexionar serenamente sobre su decisión; ojalá, si las circunstancias se lo permiten, lejos del acoso de los medios de comunicación que no han dudado en tomar su dolor y el de su familia, para hacer una suerte de propaganda de la eutanasia, en un país profundamente marcado por la violencia”.
En su misiva, el obispo también se refirió a la posición de la Iglesia con respecto a la eutanasia aplicada en casos como el de Sepúlveda, al tratarse de una condición médica degenerativa que afecta su calidad de vida.
“La muerte no puede ser la respuesta terapéutica al dolor y al sufrimiento en ningún caso. La muerte propiciada mediante el suicidio asistido o la eutanasia no resulta compatible con nuestra interpretación de la dignidad de la vida humana, como sí lo es la utilización de los cuidados paliativos”, dijo Ceballos.
También usó las palabras que dio en su momento el papa Benedicto XVI: “La verdadera respuesta, ante el dolor, no puede ser, de hecho, dar la muerte, aunque sea dulce, sino testimoniar el amor que ayuda a afrontar el dolor y la agonía de un modo humano”.
Finalmente, el párroco invitó a los fieles “para que nos unamos en oración por nuestra hermana Martha, por su hijo, por sus familiares y por los profesionales que la están asesorando, para que el Dios de la vida, que es amor sumo, la colme con su misericordia”.