Un hombre de 35 años es el primero en morir a causa del hongo negro en Argentina

Imagen referencial. El hombre había enfermado de coronavirus y además tenía antecedentes de diabetes. Foto: EFE
Un hombre de 35 años se convirtió en la primera víctima de la mucormicosis, popularmente conocida como hongo negro, enfermedad que ataca a quienes padecen o padecieron covid-19.
La muerte fue confirmada el 18 de junio del 2021 por María Luján Cuestas, directora del Laboratorio de Investigación y Desarrollo en Micología (LIDeMi) del Impam, e integrante del Centro de Micología de la Facultad de Medicina y del Conicet, según informó el medio argentino Infobae.
La información detalla que el paciente había enfermado de coronavirus y además tenía antecedentes de diabetes. El hombre permanecía internado en una clínica de Lomas de San Isidro, Buenos Aires, y falleció en las últimas semanas de mayo pero su muerte se dio a conocer el viernes 18 de junio.
En declaraciones al canal de noticias C5N, Luján Cuestas señaló puede haber más casos, porque la mucormicosis no es de notificación obligatoria.
Las autoridades de salud precisaron a la agencia de noticias Télam que se trata de una “enfermedad oportunista, es decir que afecta a personas con defensas muy bajas, y que puede suceder en personas que permanecen mucho tiempo en terapia” y aclararon que “las micosis no son de notificación obligatoria”.
Para la doctora Roxana Gabriela Vitale, investigadora del Conicet y responsable del Sector de Micología de la Unidad de Parasitología del Hospital Ramos Mejía, en la Ciudad de Buenos Aires, entrevistada por C5N, “los diabéticos no controlados, los pacientes tratados con altas dosis de corticoides y las personas con las defensas bajas son propensos a contraer esta micosis rara, que suele detectarse en forma tardía, difícil de tratar, y cuya evolución es muy rápida y fatal”.
Según Vitale, “no es casual que el aumento de la incidencia de la mucormicosis se haya dado especialmente en la India, país que es el segundo en número de diabéticos en el mundo, y donde “la coinfección de covid y mucorales (hongos) representa el 83% de los casos a nivel global”.
Vitale también indicó al medio que “es importante que se tome conocimiento sobre la coinfección fúngica en pacientes con covid-19 y se focalice si existe o no una comorbilidad previa”.
De esta manera, afirmó la especialista, se podrá sospechar y hacer un diagnóstico más rápido que permita un tratamiento antifúngico adecuado basado en la evaluación clínica, exámenes histológicos y cultivo.
La mucormicosis es una enfermedad producida por hongos microscópicos (mohos) del orden de los Mucorales. Tienen pigmentos oscuros y viven en los suelos ricos en vegetación, en materia orgánica y en sustratos como el abono o compost.
Son hongos “oportunistas”, dado que solo provocan enfermedad en personas con déficit de defensas, como los diabéticos descompensados, los que padecen leucemia o han recibido un trasplante.
De acuerdo con información The Conversation, habitualmente empiezan en la nariz, invaden la órbita ocular y penetran hasta cerebro. Además, estos hongos son angioinvasores, buscan los vasos sanguíneos y se desarrollan y diseminan por ellos, taponándolos en su crecimiento.
Esto hace de la mucormicosis una enfermedad muy agresiva y compleja de tratar con éxito. Los taponamientos dejan sin riego sanguíneo el tejido y no permiten una adecuada difusión de fármacos a los mismos.
La mortalidad de estos procesos es obviamente elevada y más si los recursos sanitarios son escasos.