Tres meses restaban para que el ex portero del Monterrey de México Omar “El Gato” Ortiz regresara a las canchas tras una sanción de dos años por doping. Sin embargo, su retorno se vio frustrado tras ser capturado y acusado de pertenecer a una banda de secuestradores.
Todo empezó con la denuncia en medios locales de la presunta desaparición del guardameta el miércoles 4 de enero, hecho que llevó a colegas como el argentino Rubén Omar Romano, víctima de un secuestro en México en 2005, a recomendar a la familia de Ortiz tener “mucha fe y calma”.
Al correr de las horas las especulaciones en los medios subían de tono e iban desde indicios de un presunto secuestro hasta la posibilidad de que el futbolista, quien debutó con “Los Rayados” de Monterrey en 1997, estaba vinculado con el crimen organizado. Esta última hipótesis quedó confirmada la noche del sábado, cuando el vocero de la Secretaría de Seguridad Pública del estado de Nuevo León, Jorge Domene, confirmó que el portero había sido capturado junto a otros tres hombres que integraban una banda de secuestradores vinculada al Cartel del Golfo.
Al grupo se le acusa de haber participado en más de 20 secuestros, entre ellos el del esposo de la reconocida cantante mexicana Gloria Trevi en octubre del año anterior. “Esta banda delictiva operaba en la zona sur del estado, donde secuestraban específicamente a empresarios y comerciantes, por quienes pedían en promedio un millón de pesos (unos 77.000 dólares) para su rescate.
Ellos están relacionados al grupo del crimen organizado el Cartel del Golfo”, indicó Domene. De acuerdo con las autoridades, la función de Ortiz dentro del grupo consistía en señalar posibles víctimas de secuestro y por este trabajo ya había recibido unos 100 000 pesos (unos 7 700 dólares), relacionados con dos retenciones ilegales.
Nacido en Monterrey el 13 de marzo de 1976, “Gato” Ortiz se hizo conocido en las canchas por algunas excentricidades en su aspecto personal, entre ellas la pintura rubia de su pelo y los más de 35 tatuajes que se dice tiene en el cuerpo. Hoy, medios mexicanos como “Excelsior” aseguraron que el guardameta tiene problemas de adicción a la cocaína.
Ortiz quedó fuera de las canchas en 2010 tras dar positivo por las sustancias oximetolon y dromostanolone en un partido de la liga mexicana entre el Monterrey y Pachuca, así como en un encuentro de la Copa Libertadores entre “Los Rayados” de Monterrey y el Once Caldas de Colombia. Dicha situación le generó dos años de suspensión por doping, que cumple el 18 de abril.
“Es una situación complicada, que nunca la hice con una mala intención, son dos sustancias que me recomendaron y que en ningún momento pensé que fueran a causar este daño. Quiero que la gente sepa que no es una droga ni algo que me hiciera sacar ventaja de mis cualidades”, dijo en su momento Ortiz al lamentar la situación.
Además del Monterrey, Ortiz había militado en los clubes mexicanos Celaya (2001-2002), Chiapas (2003-2008) y Necaxa (2008-2009.
Según las autoridades, Ortiz integraba la banda de secuestradores desde hace un año y de momento, entre las víctimas del grupo, no hay personas fallecidas. La banda operaba desde hace dos años y está dirigida por Aníbal Treviño Hernández, alias “El Fabi”, quien se encuentra prófugo junto con seis cómplices. Al parecer, el grupo trabajaba para un sujeto señalado por trabajar para el Cartel del Golfo con el alias de “El Capi”, originario de la ciudad de Reynosa, estado de Tamaulipas.
Ortiz y los otros tres capturados confesaron poseer un botín de al menos 20 millones de pesos (más de 1,5 millones de dólares) producto de sus actividades ilícitas, según indicó Domene. De ser condenado por secuestro, “Gato” Ortiz podría llegar a ser sentenciado hasta a 50 años de cárcel.