El gobierno mexicano emplazó hoy, lunes 13 de enero de 2014, a los grupos de autodefensa del estado de Michoacán, surgidos al margen de la ley para combatir el crimen organizado, a deponer las armas, para frenar violencia que se ha desatado en la región.
El ministro de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, dijo que las autodefensas, en lugar de contribuir, han provocado un mayor deterioro del Estado de derecho y del tejido institucional, por lo que el gobierno actuará “de manera severa e inflexible”.
“Se les emplaza para que regresen a su lugares de origen y se reincorporen a sus actividades cotidianas”, dijo el funcionario, después de una reunión de crisis en Morelia, la capital de Michoacán, por la violencia de los últimos días.
Las autodefensas empezaron a surgir hace un año en Michoacán para combatir al cártel de Los Caballeros Templarios, alegando falta de respuesta de las autoridades frente a asesinatos, secuestros y extorsiones. Sin embargo, su presencia ha provocado un incremento de la tensión con quema de camiones por parte de desconocidos para bloquear carreteras y repudiar su avance y el incendio de oficinas municipales y tiendas en la localidad de Apatzingán, bastión de los templarios.
“Las autoridades federales y las del gobierno del estado aplicarán la ley de manera rigurosa e indiscriminada, por lo que no habrá tolerancia alguna para cualquier persona que sea sorprendida en posesión de armas sin contar con la autorización que para tal efecto señalan las leyes”, advirtió Osorio Chong.
Las guardias comunitarias ocuparon el fin de semana Nueva Italia, otro bastión de los templarios, además de que ya controlan una decena de poblados en la región de Tierra Caliente, donde han desarmado a la policía e instalados retenes de vigilancia. Como coordinador del gabinete de seguridad, Osorio Chong encabezó hoy en Morelia una reunión en la que estuvieron, entre otros, los altos mandos del Ejército, la Marina y la policía federal, el procurador general de la República, Jesús Murillo Karam, y el gobernador de Michoacán, Fausto Vallejo.
El gobierno del presidente Enrique Peña Nieto se comprometió, mediante la firma de un acuerdo de apoyo a las autoridades locales, a reforzar la seguridad en los municipios más afectados por la ola de violencia.
El gobernador de Michoacán anunció, a su vez, que empezará a despachar en gran medida en Apatzingán y en la zona de conflicto. “Este no es un evento ni una declaración más”, aseguró. Apenas en mayo, en un acto similar, se había anunciado ya una mayor presencia policial y militar en Michoacán, además de medidas para recomponer el tejido social.
El nuevo acuerdo de seguridad destina también un presupuesto de 250 millones de pesos (unos USD 20 millones) para la prevención del delito.
Michoacán ha sido escenario de violencia desde hace varios años, pero ahora se ha complicado la situación por la multiplicación de grupos armados que tienen distintas motivaciones.
En 2006 el entonces presidente Felipe Calderón inició su mandato con el anuncio del envío de miles de policías y militares a ese estado para neutralizar a las organizaciones criminales. Pese a ello, los cárteles dominan en buena parte de Michoacán la vida económica con actividades ilícitas, con complicidad de autoridades corruptas.