Estados Unidos anunció este viernes, 27 de junio, que no producirá más minas antipersona en el futuro y que tiene previsto adherir al tratado internacional que prohíbe su uso.
“Hoy (viernes) en una conferencia en Maputo, Mozambique, Estados Unidos asumió el desafío de declarar que no producirá ni adquirirá más minas antipersona en el futuro ni reemplazará las reservas existentes cuando expiren”, indicó la Casa Blanca en un comunicado.
Estados Unidos recurrió a ellas por última vez durante la Guerra del Golfo de 1991.
Washington aseguró en 2009 que estaba reconsiderando su posición sobre el tema de las minas antipersona, pero no firmó la Convención de Ottawa que prohíbe el uso, como tampoco lo han hecho Rusia ni China.
Las potencias nucleares India y Pakistán también han rechazado suscribir la Convención de Ottawa. Estados Unidos es el único miembro de la OTAN que no firmó la citada convención, que entró en vigor en 1999.
“Nuestra delegación en Maputo aclaró que estamos buscando diligentemente soluciones que (…) permitan a Estados Unidos acceder a la Convención de Ottawa, el tratado que prohíbe el uso, el acopio, la producción y la transferencia de minas antipersona”, dijo en un comunicado la portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, Caitlin Hayden.
Desde aquel año, el número de víctimas (muertos y heridos) causadas por las minas antipersona es cinco veces menor, indicó a principios de este año la ONG Handicap International, y 70 millones de minas fueron destruidas por 161 Estados que ratificaron el tratado.
Hayden recordó que Estados Unidos entregó USD 2 300 millones a más de 90 países para programas de destrucción de armas convencionales, entre las que se incluyen las minas antipersona.
Según Human Rights Watch, que celebra con cautela el anuncio de Washington, el arsenal estadounidense consta de cerca de nueve millones de minas antipersona.
“Estados Unidos finalmente ha salido de las sombras con su intención de adherir al tratado de minas terrestres, y esperemos que avance rápidamente”, dijo Steve Goose, responsable de armamento de la organización.
Sin embargo, Howard “Buck” McKeon, presidente republicano de la comisión de Fuerzas Armadas de la Cámara de Representantes, acusó a Obama de estar más interesado en jugar con las ideas que en salvar vidas.
“Es una solución cara para un problema inexistente. El uso irresponsable de minas terrestres por otros países ha tenido un alto precio humanitario, pero Estados Unidos no es parte de ese problema”.