La salud del militar boliviano que en 1967 capturó al guerrillero Ernesto Che Guevara, Gary Prado Salmón, está en riesgo porque a su condición de lisiado se sumó la aparición de abscesos que pueden derivar en úlceras debido al excesivo tiempo que pasa sentado ante un juez para afrontar una acusación de terrorismo.
El hijo y abogado de Prado, Gary Prado Arauz, dijo hoy, 11 de julio del 2016, a Efe que los abscesos que sufre su padre en el glúteo y el muslo izquierdo son producto de que desde hace tres años asiste en silla de ruedas semana por media a unas audiencias de seis horas diarias.
A pesar de que el militar tomó la previsión de estar parte de las audiencias echado en una camilla y la otra sentado, “tanto tiempo de juicio le causó esos abscesos que, de agravarse, se convierten en escaras, luego en úlceras y eso se puede complicar en una especie de gangrena, que hace temer una septicemia”, dijo el abogado.
Prado Arauz explicó la situación de su padre después de que el presidente Evo Morales rechazara horas antes dar una amnistía para los enjuiciados por terrorismo con el supuesto fin de dividir Bolivia del llamado “Caso Rozsa”, entre los que está Prado Salmón.
La amnistía fue pedida por el exguerrillero Oswaldo Peredo y el exembajador de Morales en Brasil Jerjes Justiniano, personalidades de la izquierda de la ciudad de Santa Cruz, donde vive Prado Salmón.
Morales dijo que “cuando se trata de traición a la patria, de dividir a Bolivia” no puede haber amnistía, aunque matizó que la Justicia debe analizar el caso de acusados cuya salud está afectada.
Prado Salmón dirigió el 8 de octubre de 1967 la patrulla que capturó al combatiente argentino-cubano en el sureste de Bolivia, donde fracasaron el revolucionario y su guerrilla.
El general, que tiene 77 años, quedó paralizado de la cintura para abajo en 1981 cuando un disparo producto de una mala manipulación de armas de uno de sus camaradas le hirió en la columna.
Prado Arauz explicó que los médicos de su padre han descartado ya la posibilidad de una tercera operación en las partes afectadas por los abscesos y han pedido que no esté tantas horas sentado, pero las autoridades que lo juzgan mantienen su decisión de citarlo.
El militar está acusado de los supuestos delitos de terrorismo y de alzamiento armado en un caso que lleva tratándose en la Justicia desde abril de 2009, cuando la Policía acabó con un grupo armado de extranjeros que supuestamente apoyaban a líderes autonomistas para buscar la secesión de la próspera región de Santa Cruz (este).
El caso se refiere a los supuestos terroristas Eduardo Rózsa-Flores (boliviano con ciudadanía húngara y croata), Árpád Magyarosi (rumano de origen húngaro) y Michael Martin Dwyer (irlandés) que murieron en 2009 durante un operativo policial.
Otros dos miembros del grupo que sobrevivieron al operativo policial, El d Tóásó (húngaro) y Mario Tadic (boliviano-croata), aceptaron en 2015 su condena de cinco años y diez meses por supuesto alzamiento armado y después fueron liberados.
Los fiscales involucraron en ese caso a decenas de líderes cruceños, entre ellos a Prado Salmón, que ha negado vínculos con un supuesto plan terrorista y secesionista.
Prado Arauz pidió que las autoridades, en consideración a la situación de discapacidad de su padre, le juzguen en un proceso separado del grupo global con decenas de imputados.