Soldados del Ejército de Bolivia producen pan en las instalaciones de la Policía Militar, en el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas en La Paz (Bolivia). Foto: EFE
El Ejército de Bolivia triplicará la producción de pan hasta las 210 000 unidades diarias para las ciudades vecinas de La Paz y El Alto mientras dure la huelga de los panaderos, informó este martes 19 de mayo el ministro de Defensa, Reymi Ferreira. La autoridad dijo que el Ejército se está organizando para aumentar a tres los turnos de trabajo en los hornos, de tal forma que se garantice la producción diaria de esa cantidad.
Actualmente, siete unidades militares de las dos ciudades fabrican el pan, entre ellas una ubicada en las instalaciones de la Policía Militar, en el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, donde los hornos industriales fabrican cuatro mil unidades del alimento. “Vamos a hacer una inspección de todas las unidades militares para ver los requerimientos inmediatos para triplicar la producción y vamos a seguir indefinidamente mientras el tema de la huelga de los panificadores continúe”, aseguró Ferreira.
Habitualmente, los soldados fabrican 800 panes diarios para la tropa, pero han redoblado sus esfuerzos para atender la emergencia provocada en las dos ciudades por la huelga de los panaderos, que protestan por la retirada del subsidio al precio de la harina. Los panes de los militares son vendidos en agencias de la estatal Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa), ante las cuales se forman largas filas desde primera hora de la mañana del lunes.
Ante el retiro de la subvención, los gremios de panaderos han anunciado un aumento del precio de la unidad del pan, de 0,40 centavos de bolivianos (USD 0,05 centavos) a 0,50 centavos de bolivianos ( USD 0,07 centavos). El pan de los militares se vende a USD 0,05 centavos.
El Gobierno ha señalado que los precios de la harina sin subvención en el mercado son ahora similares a los de hace una década y existe una hoja de costos que demuestra la rentabilidad de la producción de pan sin que la materia prima esté subsidiada. Frente a este argumento, los panaderos sostienen que la retirada de la subvención no se debe a la bajada de los precios de la harina en el mercado, sino a que el Gobierno se está quedando sin liquidez debido a la bajada de los precios del gas natural, cuya exportación es uno de los pilares de la economía boliviana.