Los trabajos en la Via Intervalles complica la circulacion de los moradores del sector. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO
El cambio de tuberías de agua potable continúa en la carretera Intervalles, que conecta a la parroquia de Tumbaco con la localidad de El Tingo, en el valle de Los Chillos.
Ahí la Empresa Pública Metropolitana de Agua Potable y Saneamiento de Quito (Epmaps) reemplaza las tuberías de asbesto que cumplieron su vida útil por otras de PVC. Las labores comprenden la excavación de 1 800 metros cúbicos, el cambio de 2 500 metros de tubería de 110 y 160 milímetros y la instalación de 87 conexiones por cambio de red.
La entidad municipal informó que la inversión alcanza los USD 143 133.
Se prevé que los trabajos demoren 120 días, contados desde el 10 de enero último. Ante eso, los vecinos de los barrios y comunidades aledañas a esa arteria vial piden al Municipio que la obra se ejecute con mayor rapidez.
José Rojas vive desde hace 50 años en la parroquia de Guangopolo. Se queja de que la Alcaldía se ha demorado mucho. “Se levanta polvo porque la vía fue abierta. Eso nos genera incomodidad”.
Rosa Simbaña solicita al Municipio que trabaje con mayor celeridad. Le preocupa que la ruta se encuentre destruida, con grandes fisuras y huecos tapados con tierra. “No entiendo por qué se tardan tanto”, pregunta.
Pero eso no es todo. Los problemas se generan porque las obras causan congestión vehicular en las horas pico, sobre todo a la altura del peaje de la vía Intervalles, que administra la Prefectura de Pichincha.
Hoy, martes 16 de abril del 2019, los obreros y maquinaria del Municipio levantaban los adoquines de la carretera para continuar con los trabajos. Ocurre 20 metros más abajo del ingreso del balneario de Cununyacu.
Desde ese sector hasta la conexión con la Ruta Viva la vía es adoquinada y se encuentra en muy mal estado. Hay adoquines sueltos y los baches y desniveles fastidian a los conductores y vecinos.
Los moradores y usuarios de la Intervalles piden a las autoridades de la Prefectura que arreglen la vía que registra daños porque “para ello pagan el peaje”. “Los carros pequeños pagamos 0,25 centavos y los buses mucho más, pero no se ve un buen mantenimiento en la vía. Hay huecos en algunos tramos, desde El Tingo hacia la parada de El Nacional, y en las noches hay sectores que no tienen iluminación”, se quejó Ramiro Valencia, que usa la vía todos los días.
Los vecinos también solicitan a las autoridades del Municipio de Quito que se preocupen del alcantarillado. Carmen Torres tiene un restaurante en el barrio Cununyacu y asegura que la nueva tubería de agua potable debe complementarse con una nueva red de alcantarillado. “Nos hace falta. (Las aguas servidas) de las urbanizaciones se van a la quebrada. Nosotros tenemos pozos sépticos”.
La mujer asegura que, en horas de la tarde, se perciben malos olores en el ambiente.