Antony Beevor, historiador inglés, experto en temas de la Segunda Guerra Mundial
El Tiempo de Bogotá, GDA
¿Cómo explica la forma en que empezó la guerra? ¿Fue la ambición de Hitler, la revancha de Alemania, o las condiciones irracionales del Tratado de Versalles?
El Tratado de Versalles, combinado con otras condiciones de esa época, como la crisis económica o el colapso de la democracia en la mayor parte de Europa, todo contribuyó al potencial del conflicto, pero no cabe duda de que fue Hitler su arquitecto deliberado.
La brillantez de la Blitzkrieg (guerra relámpago) manejó otras ofensivas alemanas. También es cierto que Francia e Inglaterra permanecieron indiferentes tras los primeros ataques nazis, la anexión de Austria o de los Sudetes. ¿Qué responsabilidad tienen esos países en el ataque hitleriano?
Se puede fácilmente argumentar que la guerra relámpago de Hitler de 1940 podría no haber tenido efecto si los gobiernos británico y francés se hubieran preparado para responder a lo de Checoslovaquia en 1938. Sin embargo, la verdad es que ni los pueblos británico y francés estaban psicológicamente preparados para la guerra, principalmente porque habían sido mal informados por los políticos, los diplomáticos y la prensa. Los que como Churchill habían tratado de advertir sobre los planes de Hitler fueron tratados como belicistas.
¿Por qué está aquí?
Su experiencia. Como militar del Ejército Británico, tuvo acceso a datos reservados de la Segunda Guerra Mundial, los que ha reflejado en libros como ‘El día D’. Su punto de vista. A 70 años del inicio de la II Guerra Mundial, afirma que el miedo es el mayor detonante de una confrontación.
¿La Batalla de Estalingrado realmente causó la ruptura definitiva del curso de la guerra, o ya era claro que Alemania no podía resistir tal esfuerzo militar?
El punto de quiebre geopolítico de la guerra se presentó en diciembre de 1941, cuando los ejércitos alemanes fueron repelidos de Moscú y Hitler le declaró la guerra a EE.UU. De ahí en adelante los nazis no pudieron ganar. La victoria soviética en Estalingrado, no obstante, representó el punto de quiebre psicológico, cuando estaba claro para el mundo, e incluso para Alemania, que la guerra iba a terminar con el Ejército Rojo en Berlín.
¿Cómo cayó Alemania bajo el ‘hechizo’ de Hitler? ¿Cómo explicar la brutalidad del estado nazi? (Por supuesto, esa viene a ser la pregunta del millón de dólares).
La derecha conservadora en Alemania, que tenía poco respeto por la democracia, efectivamente destruyó la República de Weimar y por lo tanto le abrió las puertas a Hitler. Al subestimar gravemente su crueldad, pensaron que lo podían usar como un títere populista para defender su idea de Alemania. Pero él sabía exactamente qué quería, mientras que ellos no. En enero de 1933, Hitler se convirtió en canciller y actuó rápidamente para eliminar toda oposición potencial. La tragedia alemana y, sobre todo, para sus víctimas subsiguientes, fue que una masa crítica de la población desesperada por restablecer el orden y el respeto resultó supeditada al criminal más cruel que el mundo haya visto.
En su libro ‘El Día D’ discute los crímenes cometidos por los aliados. Estos tienden a pasar desapercibidos y dar luces sobre el tema suele ser criticado. ¿Qué cree de esas críticas? Parece que romper el mito de “los alemanes malos y los aliados buenos” tiene sus consecuencias. Pero en una situación de guerra, ¿es cierto que cualquiera puede ser el malo?
A pesar de lo bueno y lo malo en cuanto a razones para la guerra, el conflicto militar tiende a producir crímenes porque otorga a los militares poder sobre los civiles y algunos tienden a explotar esa situación. Adicionalmente, la supresión del miedo, que es vital para los soldados si quieren hacer bien su trabajo, produce el estado emocional más volátil que se pueda imaginar, la raíz de la violencia. El ministro de Propaganda de la Alemania nazi Joseph Goebbels, con un genio diabólico, reconoció que el odio por sí solo no era suficiente; necesitaba combinarlo con miedo, como un explosivo necesita un detonador. El estudio de la guerra debería enfocarse en el miedo y en la supresión de este, porque eso es probablemente la mayor fuente de violencia.