¿Para qué nuevas sanciones a los periodistas y los medios de comunicación? Con la legislación actual existen las siguientes: a) prisión de seis meses a dos años para quien haya injuriado a una persona, imputándole un delito; prisión de tres a seis meses, para quien atribuye a otro un vicio o falta de moralidad que traiga consecuencias perjudiciales a su fama, crédito o intereses; también cárcel para el que haga imputaciones que, en el concepto público, fueren tenidas por afrentosas; así como las imputaciones graves si se tiene en cuenta el estado, dignidad y circunstancias del ofendido y del ofensor; y hasta las bofetadas, puntapiés u otros ultrajes de obra. Si se trata de las estaciones de radio y televisión, la Ley de Radiodifusión y Televisión contempla una serie de hechos que merecen sanciones de amonestación escrita por faltas leves, multa, suspensión de ocho días del funcionamiento de la estación y hasta cancelación de la concesión.
En el año 2000 -y están vigentes- agregaron más sanciones contra quienes promuevan violencia física o psicológica, utilizando niños, mujeres, jóvenes o ancianos; para quienes incentiven el racismo, el comercio sexual, la pornografía, el consumo de drogas, la intolerancia religiosa o política y otros actos análogos que afecten a la dignidad del ser humano.
De aprobarse una nueva ley, hoy en trámite en la Asamblea Nacional, conformada –en su mayor parte- por legisladores obedientes y no deliberantes, con fundamento en el art. 19 de la Constitución diseñada, a medida, en Montecristi, dicha ley se ocupará de los …“contenidos con fines informativos, educativos y culturales en la programación de los medios de comunicación”… se prohibirá la emisión de publicidad que induzca la violencia, la discriminación, el racismo, la toxicomanía, el sexismo, la intolerancia religiosa o política, con lo que –en igual medida- serían responsables desde el propio Jefe del Estado quien en sus “cadenas” muestra intolerancia política. Todo ello, calificado por un grupo del Gobierno.
Son suficientemente conocidos los tratados internacionales que garantizan la libertad de expresión, obligatorios para el Ecuador. Si no hay el ánimo de respetar la normatividad, los autores de un nuevo régimen sancionador y represivo deberán recordar antecedentes de la historia, pues una de las metas del fascismo fue, precisamente, el control absoluto de los medios de comunicación, como acaeció en la España de Francisco Franco; en Italia de Benito Mussolini y en la tristemente célebre Alemania de los nazis, a cuya cabeza estuvo el caudillo Adolfo Hitler.
Esas tendencias políticas, además, desconocieron los derechos humanos y suprimieron las libertades con resultados humanamente catastróficos, cuyo mayor símbolo fueron los campos de concentración, lugares de horror y de muerte.