El granizo que cayó el 9 de octubre en las zonas rurales de Cotacachi, como en Conrayalo, afectó a los cultivos. Foto: Francisco Espinoza para EL COMERCIO
El período de transición de la época seca a la lluviosa está por terminar en la región andina. Así lo han demostrado las recientes condiciones atmosféricas en varias provincias.
En la Costa, el cambio de período se espera para diciembre, por lo que esta región aún atraviesa la temporada seca. Las últimas precipitaciones registradas en provincias como Santo Domingo y Esmeraldas sucedieron por el traslado de humedad y nubes de mal tiempo desde la Sierra.
Así explica Vladimir Arreaga, técnico del Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi). En los primeros días del mes, las condiciones han sido más inestables. “La atmósfera está favorable para que en cualquier momento podamos tener lluvias”, algo que se ha vivido con intensidad en Pichincha.
Esta provincia ha sido la más afectada por las últimas lluvias en lo que va de este mes, sobretodo en el norte de Quito. En los primeros 11 días de octubre cayeron 118.4 milímetros de agua (por cada metro cuadrado) en esta zona, cuando lo esperado para todo el mes era de 115.9 mm en este mismo sector.
La transición se caracteriza por condiciones inestables en la atmósfera y dura aproximadamente 20 días, algo que ya se ha vivido en la región andina.
En este lapso también hay gran contenido de humedad, con relación a los meses anteriores. “Al volverse más inestable se presentan condiciones favorables para el desarrollo de nubosidad, que es lo que hemos visto”, dijo Arreaga.
Esta inestabilidad ha sido evidente en otras provincias de la Sierra. En Carchi, Imbabura, Tungurahua, Cotopaxi y Chimborazo se han registrado fuertes lluvias y granizadas, que han ido disminuido en los últimos días.
El granizo que cayó sorpresivamente en Cotacachi (Imbabura), el 9 de octubre del 2017, provocó daños en los cultivos, producción de leche y las vías. Flor Vaca, de este cantón, aseguró que los alrededores de la laguna de Cuicocha y del volcán Cotacachi, quedaron cubiertos por una capa de hielo de casi 40 centímetros.
Estas precipitaciones afectaron las plantas de maíz, habas papas y arvejas, que se sembraron recientemente en esa zona, comentó Jorge Haro, de la comunidad de Conrayo. “El granizo destruyó las hojas”.
El temporal también alteró la producción láctea en la Sierra norte. Las bajas temperaturas dañaron una parte del pasto del que se alimentan las vacas.
Las vías quedaron cubiertas de material pétreo, que acarreó el agua que descendió de las montañas. La Prefectura de Imbabura y la Alcaldía de Cotacachi retiraron el material usando tractores.
En Chimborazo se presentaron dos granizadas la semana anterior.
Una gruesa capa de hielo se formó el fin de semana y el martes pasado en los cantones Colta y Guamote sin causar afectaciones a los cultivos, debido a que aún están en temporada de siembra.
Para los campesinos, las lluvias en esta temporada son irregulares, pues se esperaban para finales de noviembre. “Ya los calendarios agrícolas, como nos enseñaron, no funcionan. Todo es irregular y este año afortunadamente no tuvimos afectación por sequía”, cuenta Aurelio Benítez, agricultor de Alausí.
En Tungurahua las lluvias del 9 de octubre causaron la muerte de una persona y otra quedó herida por un rayo. Además, varias calles de Salcedo se inundaron con la tormenta y corrientes eléctricas.
La caída de granizo en esta región respondió a un fuerte calentamiento de la atmósfera y a la presencia de humedad durante las mañanas. Esto causó el desarrollo de nubes inestables de gran altura.
Los días con mañanas soleadas y tardes con precipitaciones podrían presentarse nuevamente, incluso, en medio de la época lluviosa.
Este comportamiento podría identificarse si es que en las primeras horas de una día hay cielos despejados, temperaturas altas y humedad en el ambiente. Esta última condición, indica Arreaga, es
medible en los vidrios de ventanas o parabrisas que, al contacto con los dedos, se humedecen con facilidad.
En contexto
Según los registros históricos del Inamhi, en octubre ya se registran los primeros indicios de una época lluviosa en la Sierra. Durante este mes y en abril ocurren la mayor cantidad de precipitaciones. Esta temporada podría extenderse hasta mayo.