Redacción Construir
Para 1973, la casa fue entregada a Isabel del Hierro, quien estaba casada con Alberto Mena Caamaño. Cuando se parceló, dos lotes fueron destinados a la creación del colegio Alberto Mena Caamaño y la escuela Alfonso del Hierro, que es regentada por la Fundación Mena del Hierro.
El 2004, La Concepción se transforma en Villavieja.
Para eso, explica Esteban, hijo del dueño del inmueble, se realizaron varias readecuaciones, tanto en la casona como en las áreas verdes que la rodeaban.
En la casa se mejoraron las estructuras, las mamposterías y los tejados. Y también se creó una cocina industrial donde antes estaban los trojes. Esta da el servicio de ‘catering’. También se levantaron nuevas y modernas baterías sanitarias.
Pero el trabajo principal en Villavieja fue transformar el antiguo erial en el jardín actual.
Esta tarea duró nueve meses y la realizaron unas 25 personas.
Primero, explica Esteban, se niveló el terreno, que tenía un declive importante. Luego, como la tierra de El Condado es estéril, se trajeron 100 volquetes de tierra negra, rica en humus, desde Papallacta. Las chambas de césped llegaron del sur de Quito. El jardín se completó con un sistema de drenajes y de riego subterráneo, parecido al del estadio de la Liga.
Finalmente, se echó una capa de arena traída del río Guayllabamba. Esta tarea fue esencial, dice Del Hierro, porque dio firmeza y resistencia al césped.
Esta firmeza es esencial porque evita que el césped se estropee con el alto tránsito y, a la vez, no deja que se hundan los zapatos (especialmente los tacos de las damas) y no haya contratiempos entre lo usuarios.