En las calles Benalcázar y Manabí funcionaba el dispensario médico del IESS. Foto: EL COMERCIO
Por la calle Benalcázar, en el Centro de Quito, ya no se observan hombres y mujeres caminando de prisa, con fundas con medicamentos en la mano.
Desde la semana pasada dejó de funcionar el dispensario del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), que estaba en la Benalcázar y Manabí. Así que este sector de la ciudad empezó a extrañar a sus pacientes.
Ellos generaban movimiento en este punto desde las 06:00. A partir de esa hora era posible encontrar a ciudadanos buscando dulces o botellas de agua en tiendas y pequeños puestos de venta. A ellos se los veía en el sector hasta después de las 16:00.
Jonny Cadena, empleado de la Papelería Clip, que tiene dos sucursales en el sector, recuerda que desde las 07:00, cuando abren, había ciudadanos en busca de una copiadora. Necesitaban fotocopias de documentos. Su percepción es que hay una disminución notable de caminantes por el lugar.
Frente a este dispensario, que se trasladó a la Flores y Olmedo, existe desde hace siete años una tienda. En el letrero de lee Víveres El Cachito #2. El hijo de la dueña, Lina Tamayo, contó que las ventas han bajado bastante. Él recuerda que los primeros clientes comenzaban a ingresar a su negocio desde las 05:30. En estos días ha disminuido notablemente el número de compradores.
En estas calles hay por lo menos cinco restaurantes en donde se ofrecen almuerzos. El dependiente de uno denominado Rincón de los sabores dijo que el tráfico continua pesado pero que es evidente que hay menos gente.
La disminución de flujo de personas comenzó hace un par de años cuando el Colegio Fiscal Simón Bolívar dejó la zona y se trasladó al establecimiento que ocupaba la Escuela Municipal Espejo.
Pocas cuadras al sur todavía se observa a grupos de personas en espera de la ruta Guajaló-Universidad Central, Jesús del Gran Poder y Tola Pintado, entre otros.
En Seltre Store, en donde se expenden relojes, una de las señoras que atiende contó que ellos no están muy perjudicados. Pero que los dueños de locales de comida dicen que se han reducido sus ventas. A la señora, que no quiso decir su nombre, le llama la atención no ver a las señoras revisando frascos de medicamentos, en la Benalcázar.
Los pacientes buscarán locales en la Flores y Olmedo, antiguo Monte de Piedad. Allá se trasladó el dispensario del centro del IESS.