Guillermo Lasso, Lionel Messi y Bad Bunny, los monigotes preferidos en Ecuador

¿Qué tienen en común el Presidente del Ecuador, Lionel Messi y el cantante urbano boricua Bad Bunny? Que los tres son los más escogidos por la gente para quemarlos el 31 de diciembre de 2022.

El monigote que representa al presidente Guillermo Lasso es el más demandado en la seis de marzo, calle que es uno de los ingresos al sur de Guayaquil.

La gente lo busca pequeño, de dos metros. Con billetes en sus manos y bolsillos y hasta con orejas y cola de roedor.

"Piden hasta de provincia, es el más vendido", dice Carlos Pilay. Este vendedor ofrece los muñecos desde USD 30 hasta USD 200.

En segundo lugar, está Lionel Messi. Al futbolista lo recrean con pelota, sin ella y hasta con la mítica frase "que mirá, andá pallá bobo", que dijo tras derrotar a Países Bajos.

El conejo malo también es uno de los más pedidos. El portorriqueño ofreció un concierto en Quito que alborotó a todo el Ecuador.

La mutación de los monigotes

Al principio, los monigotes representaban a algún amigo del barrio o a un político o deportista famoso al que se pretendía reconocer el último día del año.

A los deportistas se los elogiaba por sus hazañas y a los políticos se los condenaba al fuego eterno por sus desaciertos en el manejo del país.

La elaboración del monigote era grupal, participaban las familias de la cuadra y colaboraban con ropa, papel y cartón

Fue a raíz de concursos organizados por la empresa privada en Quito y Guayaquil que esa costumbre se fue perdiendo. Comenzó la producción en serie y se escogía a personajes populares de la televisión o de las tiras cómicas.

El tema fue alcanzando niveles insospechados y se construyeron monigotes de varios metros, en los que se retrataban escenas de películas o se recreaban personajes famosos.

El Hombre Araña, un clásico

Uno de los muñecos tradicionales es el del Hombre Araña. Su presencia ocurrió tras el estreno de una de sus películas y de ahí nunca más desapareció.

"Les gusta a los niños y a los adultos, es venta fija", explica Mónica Gómez. Esta vendedora señala que el molde de este muñeco sirve para otras figuras, solamente se le cambia la pintura y la cara.

El molde es tallado en esponja dura y recubierto de fibra de vidrio para que dure más. Su costo va desde los USD 45.

Sobre el molde se colocan capas de papel periódico con engrudo. Luego se pone a s car y se pinta.

La producción comienza en octubre. Los meses previos son para acumular los materiales y ver el estado de los monigotes que no se vendieron en diciembre

“Yo compró faltando una hora o menos para el fin de año, ahí me piden USD 10 por uno que ahorita piden USD 80”, comenta Diego Párraga. Asegura que, para evitar los gastos de bodega, algunos vendedores le vendieron dos monigotes a precio de uno.

La feria de la alegría

La venta de los monigotes se extiende por varias cuadras de la seis de marzo. La cantidad de compradores y curiosos que asisten atrae a vendedores, ladrones y políticos.

Es común toparse con vendedores de planes de telefonía celular, políticos regalando calendarios o personas que aprovechan el tumulto para arranchar cosas de valor u accesorios de vehículos.

Todo ante la atenta mirada de agentes municipales que intentan defender el espacio público, agentes de tránsito que luchan por qué los vehículos fluyan y policías que esperan que su presencia espante a los delincuentes.

El 1 de enero, tras el abrazo de buenos deseos, la paz se instala en el sector, que se convirtió en el epicentro de los monigotes de Guayaquil y todo el Ecuador.

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