Han adaptado su ciclo de vida a un año de duración. La mayor parte de la evolución de huevo a ninfa y de ninfa hasta adulto la pasan bajo tierra. Pero ante las primeras lluvias salen a la superficie en una carrera desaforada por reproducirse, poner sus huevos y luego morir. Los grillos en Guayaquil mueren entre dos o tres semanas después de su aparición.
Con las lluvias de inicios de enero aparecieron los primeros especímenes con sus cantos nocturnos. Pero en el caso urbano de la ciudad se ven cada mes menos. El ingeniero Juan Pablo Zambrano, especializado en entomología, lo atribuye en parte al retraso de las lluvias. Pues la etapa lluviosa, que habitualmente inicia en diciembre, empezó esta vez en enero.
Además, se han desplazado atraídos por la luz a grandes áreas iluminadas como parques, gasolineras, planteles educativos o centros comerciales. También a zonas periféricas como vía a la Costa, vía a Salitre o las parroquias de Daule y Samborondón. De hecho, uno de los mayores avistamientos de grillos de la temporada se produjo en dependencias públicas del Parque Samanes, al norte de Guayaquil, donde barrieron grandes cantidades.
“Los grillos condicionan su aparición a la presencia de lluvias. Entran en latencia y regulan su ciclo de vida, tienen la capacidad de reducir su temperatura o su actividad metabólica”, coincide la bióloga Carmen Muñoz, magíster en agricultura tropical sostenible.
Las mayores preicipationes se prevén en febrero y marzo en la ciudad. “En dos semanas, una vez que se instale (con más fuerza) la etapa lluviosa, desaparecerán los grillos”, indicó Muñoz este miércoles 18 de enero del 2023.
¿Qué hacer con los grillos en Guayaquil?
Evitar por estos días la iluminación fuerte o bombillos fluorescentes están entre las recomendaciones para mitigar la presencia de insectos. También se sugiere colocar mallas metálicas en ventanas o sellar espacios en puertas, para evitar su ingreso a las casas. Además, eliminar focos de basura que los puedan atraer.
Tradicionalmente, como creencia popular, se esparce agua con detergente diluido en los portales para ahuyentar a los grillos en Guayaquil. Zambrano dice que eso puede servir para mitigar la presencia de insectos, como una suerte de repelente, pero no es una solución definitiva. “Es algo paliativo, aunque se esparza detergente los grillos vuelven”, apunta Muñoz.
La docente investigadora de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad de Guayaquil dice que los grillos son importantes para el equilibrio ecológico de la región. Sirven como base de la cadena alimenticia para aves y otros vertebrados, por ejemplo. Además, pueden controlar sobrepoblación de plantas y en ocasiones se alimentan de otros insectos.
“No se recomienda un control químico. En la agricultura se busca ejercer control biológico, sobre todo a través de enemigos naturales”, añadió.
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