El Falcon 7X no significó un ahorro fiscal, pues se siguieron usando aviones estatales. El costo de las naves y su operación superan USD 100 millones. Foto: Archivo / EL COMERCIO
No están entre las joyas aeronáuticas más caras del mundo. Sin embargo, la adquisición y el gasto anual en la operación de los dos aviones presidenciales tiene un peso en las cuentas estatales que ya supera USD 100 millones en una década. Su compra no significó un ahorro porque en los viajes oficiales se siguió utilizando las aeronaves de Tame y Petroamazonas.
Este Diario comparó los registros de la Presidencia y de la Dirección General de Aviación Civil (DGAC) sobre el uso de los dos aviones presidenciales y descubrió que no coinciden en fechas y difieren en el número de rutas de viaje.
La Presidencia contabiliza el número de vuelos, en los que se incluyen varias rutas, mientras que la DGAC registra entradas y salidas del Ecuador solo desde el 2012. En total, 579 rutas no están en el archivo de la autoridad aeronáutica.
Los aviones -considerados estratégicos- fueron adquiridos por el Ministerio de Defensa en 2008 y 2013 por USD 80 millones. Su compra se realizó en total hermetismo y su proceso de adquisición no es público hasta hoy en el portal de compras públicas.
El Legacy 600 se adquirió a la firma brasileña Embraer en diciembre del 2008 para vuelos nacionales y regionales, cuando el Ejecutivo tenía a su disposición aviones militares.
Cinco años después, la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE), en su plan para incrementar la capacidad operativa, sustentó la compra del Dassault Falcon 7X, debido a la demanda insatisfecha de transporte para las altas autoridades.
Con ese fin se usaban 11 aviones de las Fuerzas Terrestre, Naval y Aérea; se contrataban naves privadas, de Petroecuador y Tame, por lo que el costo fue en escalada.
Frente a la necesidad de reducir el gasto y dar paso a la segunda compra, en el plan de 50 páginas, los militares detallan el costo de la hora de vuelo de las aeronaves de Tame: por un avión ATR 42-500 se pagaba USD 2 500 y por el por Airbus 320, USD 7 561.
A este rubro se suma un recargo diario, que variaba entre USD 8 000 y 19 050, en el 2010, año de mayor demanda.
El ahorro buscado no se concretó tras la adquisición del Falcon 7X. Esto se confirma con un oficio de Tame (TAME-2018-0370) del 27 de agosto pasado. Desde enero del 2012 hasta el 24 de mayo del 2017 se realizaron 24 periplos, de los cuales 15 fueron simultáneos con viajes del expresidente Rafael Correa, en el Legacy o en el Falcón. Se trató de visitas oficiales de comitivas presidenciales, que significaron USD 7,7 millones adicionales para el Fisco,
Lo mismo ocurrió con cinco de 12 vuelos considerados por Petroamazonas “de cortesía”, que se realizaron paralelamente al Legacy. Estos vuelos representaron un egreso de USD 590 513, según la empresa.
La supuesta reducción del gasto no fue la única razón que motivó la compra del Falcon 7X. Se argumentó que por el cambio de la matriz productiva se incrementaron las comisiones presidenciales en la región y a escala “hemisférica e intercontinental”.
Una de las metas de este cambio era subir el peso de la industria manufacturera en la economía al 14,5%, pero al 2017 solo alcanzó el 13%.
La compra del Falcon tuvo un dictamen favorable de la Senplades el 1 de julio del 2013, y demandó que el exministro de Finanzas, Fausto Herrera, pasajero frecuente de los aviones, incluyera USD 50,3 millones en el presupuesto de Defensa del 2014. Del análisis realizado, ambos aviones volaron 2,84 millones de km, lo que equivale a 71 vueltas al planeta.
El gasto, por los aires
El costo de la hora de vuelo, según la Secretaría de la Presidencia, ha sido de USD 7 228,52 para el Legacy y de 7 615 para el Falcon, en 2018. Pese al requerimiento de este Diario, no se especificó el costo de años anteriores. Sin embargo, si se multiplica las 3 890 horas de vuelo que registran ambos aviones por un promedio de USD 7 000 la hora, el gasto alcanza los USD 27,2 millones.
El costo de asegurar estos aviones bordea el medio millón de dólares para este año.
Por catering, combustible y la asistencia en tierra (handling), el Falcon demandó USD 5 millones, entre 2014 y 2018. La Presidencia no entregó información de cuánto se ha gastado por el Legacy.
El costo de entrenamiento en simuladores de vuelos para los pilotos, logística y mantenimiento anual suma USD 9,5 millones de ambos aviones, en el mismo período. La Presidencia no proporcionó el gasto del Legacy del 2008 al 2013 por estos mismos rubros.
579 rutas fuera del radar de la DGAC
Ecuador no cuenta con un solo archivo de vuelos oficiales. La base de datos de la Presidencia registra 1 009 rutas internacionales de ambos aviones, pero de estas, 579 no están en la DGAC.
Las fechas de vuelos tampoco coinciden. Apenas 120 concuerdan con el Legacy y 52 para el Falcon. Para llegar a esta conclusión, este diario cruzó los datos de ambas entidades.
La DGAC contestó que, según una resolución del 9 de febrero pasado, los archivos solo se mantienen desde 2012. Para acceder a esta información se pagó USD 375,73.
Del cruce de datos se observa que la entidad de control aeronáutico apenas registra el 41,5% de las rutas del Legacy y 45,3% del Falcon. En conclusión, de las 1 009 rutas de ambos aviones que transparentó la Presidencia, esta entidad no tiene en su radar 579.
Los técnicos de la DGAC explicaron que solo registran los vuelos que salen o llegan a los aeropuertos nacionales. Los destinos a donde vaya la aeronave fuera de estos sitios no son de su conocimiento.