Techo construye casas en Manabí y Esmeraldas. Foto: Cortesía Techo
Las familias de Esmeraldas y de Manabí que resultaron afectadas con el terremoto se beneficiaron de 204 viviendas, fueron construidas por voluntarios de la organización Techo-Ecuador.
Manuel Puertas, de 81 años, fue uno de los beneficiados. A él le construyeron una vivienda prefabricada cerca de sus cultivos de café en el sector de Tabuga, en Jama. El entusiasmo de Puertas se ha evidenciado en las mejoras que le ha hecho a su casa. Construyó un cerramiento de madera en la fachada y la pintó de los colores de la bandera de Ecuador.
Para Puertas, los jóvenes voluntarios fueron una bendición en su vida debido a que la casa que tenía en Pedernales sufrió fuertes daños. Pero los jóvenes lo llenaron de entusiasmo y en dos días construyeron su vivienda, en la que instaló una pequeña tienda.
David Pesantez, gerente de Techo en Ecuador, señaló que justamente de eso se trata la nueva iniciativa de la agrupación. Que las personas sigan haciendo cosas por salir adelante y que utilicen los medios que tienen para aportar a la comunidad.
La iniciativa, que se lanzó el 14 de abril del 2017, se llama ‘Seguimos en movimiento’, y busca hacer evaluaciones de las casas construidas, reparos en las viviendas y promover el reencuentro entre voluntarios y las familias beneficiadas. “Este gran reencuentro firma el compromiso de Techo-Ecuador por un excelente trabajo hombro a hombro con las familias”.
Los más de 100 voluntarios se instalaron en un campamento en Tabuga y recorrieron las zonas en las que se han construido 169 viviendas de emergencia. Una de ellas fue la Gloria Herrera, quien el 16 de abril cumplió 42 años. Los jóvenes llegaron hasta su casa para cantarle el cumpleaños. “Es muy bonito cuando sientes el cariño desinteresado y cuando las personas te ayudan a superarte”.
En el terremoto, la casa donde arrendaba Herrera se derrumbó. Ella no tenía donde pasar la noche, así que instaló una carpa al filo de la carretera Pedernales – Jama. Pero ese era un lugar peligroso para que la familia, integrada por 15 personas, viviera. Así que los voluntarios de Techo encuestaron a las familias y les ayudaron a construir sus casas a los dos meses del terremoto. “Vivo en un lugar seguro. Mi familia está conmigo y estoy muy feliz”.
Para guardar ese momento en el que volvió a tener un techo seguro, Herrera le pidió al voluntario Tayron Solórzano que le tomara una foto. Él la imprimió y cada vez que se encuentran recuerdan la anécdota. “para mí es muy especial ver la foto porque recuerdo las sonrisas y también cómo construimos las casas con el apoyo de todos y eso no tiene precio”, señaló Solórzano.
Según Pesantez, luego del sismo de 7.8 grados se han construido 204 casas en cuatro comunidades de Manabí y de Esmeraldas por más de 2 000 voluntarios de todo el país. Pero también se gestionaron 36 mil galones de agua y 50 toneladas de alimentos y enseres. “Las empresas que nos financiaron también tuvieron la oportunidad de hacer voluntariado y de involucrar a su personal en esta experiencia que a todos los ecuatorianos nos cambió”.