Ansbach, Alemania, Reuters
Un joven de 18 años lanzó bombas molotov en dos salones de clase y atacó con un hacha a compañeros de su colegio en Alemania hoy, dejando a dos niñas con severas heridas, antes de que la policía le disparara en el estómago y lo detuviera.
Una de las niñas estaba en condición crítica por heridas en su cráneo, mientras que la otra quedó con quemaduras graves por una de las bombas molotov, dijo un portavoz de la policía. Otras personas tienen leves heridas.
El estudiante de 18 años, que estaba armado con dos navajas y varias bombas molotov cuando la policía lo arrinconó dentro de la escuela secundaria Carolinum en la ciudad de Ansbach, en el sur del país, fue impactado por varias balas y arrestado, informó el ministro del Interior bávaro, Joachim Herrmann.
“La policía sintió olor a quemado en las escaleras y se topó con el sospechoso, que estaba armado con un hacha, varias navajas y bombas molotov adicionales”, dijo Herrmann en una conferencia de prensa.
El joven de 18 años se encontraba en condición crítica. La policía había evacuado a los 700 estudiantes del colegio, los cuales actualmente se encontraban con sus familias o con orientadores.
La policía dijo que no sabe qué motivó el ataque del adolescente, el cual hasta el momento no había llamado la atención. Este incidente es el último en una serie de ataques contra escuelas en Alemania.
En marzo, un adolescente de 17 años mató a 15 personas en un tiroteo en su ex escuela en Winnenden, ciudad ubicada en el suroeste del país, y después se suicidó. En el 2006, un hombre enmascarado armado con rifles y explosivos atacó un colegio en la localidad de Emsdetten, hiriendo a 11 personas antes de suicidarse.
Alemania sufrió su peor tiroteo en un colegio en abril del 2002, cuando un hombre armado mató a 17 personas incluido él mismo en una secundaria de la ciudad de Erfurt.
Herrmann informó que la policía bávara había podido reaccionar con rapidez y eficacia después de estudiar el ataque de Winnenden y que había llegado al colegio varios minutos después de que se diera la alarma.