Carlos de la Torre: 'Nuestro plan económico no es el mismo de Correa'

De la Torre fue director del Instituto de Investigaciones Económicas de la PUCE. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO

De la Torre fue director del Instituto de Investigaciones Económicas de la PUCE. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO

De la Torre fue director del Instituto de Investigaciones Económicas de la PUCE. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO

Entrevista a Carlos de la Torre, ministro de Finanzas.

¿De qué incentivos se puede hablar cuando se espera conseguir USD 1 600 millones más en tributos?

Los incentivos para el sector privado están definidos para las mipymes. Se exonera el anticipo del impuesto a la renta a las empresas que facturen hasta 300 000 al año y eso implica que estamos considerando el 82% de las empresas formales.

¿Por qué solo para pymes?

Las grandes empresas no necesitan ayuda, sino que son las que tienen que ayudarnos. Una cadena de supermercados tiene ventas de USD 700 millones, que equivale al último crédito que obtuvo el país. Entonces, estamos partiendo de una premisa básica: el que más tiene más paga.

¿Pero las grandes firmas son las mayores generadoras de tributos, inversión?

Los grandes tienen más utilidades, lo cual les permite hacer un sacrificio mayor que el resto, en función de un país. Los mismos funcionarios jerárquicos del Gobierno estamos haciendo un sacrificio del 10% del sueldo. No creo que sea mucho pedir que los empresarios pongan tres puntos más de impuesto a la renta.

¿Pero entonces por qué se invitó al diálogo?

El diálogo era para sentarnos en la mesa todos y sobre la base del diálogo el Gobierno identificar aquellas propuestas que son consistentes con nuestros objetivos y la situación macroeconómica. Los diferentes sectores pueden tener otros intereses que no necesariamente coinciden con los objetivos de un país. Bajo esa premisa los beneficios económicos importantes se dan al sector de las mipymes.

¿Eso es suficiente para lograr que el sector privado se convierta en el motor de la economía?

Sí. Las mipymes son las mayores generadoras de empleo. Aspiramos que en empleo puedan desarrollarse
17 000 plazas cada año. Por su peso, en término de número, las mipymes podrán generar una dinámica productiva que no puede considerarse menor. Y estamos entregando algo que es muy importante desde el punto de vista empresarial: estabilidad tributaria.

Pero, ¿una reforma tributaria es un programa económico?

Lo que presentamos fue un plan. Evidentemente, un fuerte componente de ese plan es el tema tributario porque estamos con un déficit tributario importante que debe corregirse con acciones.

¿Por qué ese déficit, producto de un excesivo gasto público, debe ser financiado por los empresarios?

De esos USD 1 600 millones que se esperan recaudar, 200 millones son ingresos tributarios netos mediante reforma legal, 900 millones es por la tasa de servicios por control aduanero y aumento de aranceles y 500 millones por acciones para el combate al contrabando y la defraudación fiscal. Por lo tanto, la mayoría de ingresos no viene del sacrificio de los ecuatorianos o de los empresarios sino de revertir recursos que contrabandistas han tomado de forma ilegítima.

El programa económico incluye reformas para aumentar tributos, cumplir objetivos sociales, proteger a la industria local.

¿Qué diferencia real hay con el programa del Gobierno anterior?

Hay un contexto diferente y las acciones responden a una lógica distinta. Si bien antes se aplicaron medidas tributarias y fiscales similares no enfrentaban un escenario como el que hoy tenemos. Debemos atender ciertos objetivos como el Plan toda una vida en el tema social. Ahí estamos marcando ciertos matices.

Si la diferencia es de matices, ¿se puede decir que el plan económico de Lenín Moreno es, en esencia, el mismo de Correa?

En algunas cosas son matices, como el tema de los objetivos sociales. Pero las diferencias de categorías las hay y son tres: el impulso al sector privado de pymes, la generación del empleo y el manejo fiscal con austeridad. Eso no tiene nada que ver con el modelo anterior.

El Estado reducirá su gasto en USD 500 millones. ¿El sacrificio no debería ser también mayor?

El déficit es del 4,5% del PIB. Esos 500 millones son un 20% de ese déficit. Eso en términos macroeconómicos es tremendamente importante.

¿Y ese 80% restante cómo se financiará?

Las necesidades de financiamiento para el último trimestre están en el orden de los USD 2 000 millones.

¿Qué opciones hay? El anterior Gobierno dijo que estaban identificadas las fuentes de financiamiento.

No estaba cubierto el financiamiento para todo el año. Así que tuvimos que buscar. Ahora estamos analizando las diversas alternativas a las que tenemos acceso para cubrir esos USD 2 000 millones.

¿Ese monto está por fuera de los de los USD 637 millones del Fondo Latinoamericano de Reservas (FLAR)?

Sí, por fuera de eso. Ese crédito está dirigido a reforzar las reservas internacionales del Banco Central.

¿En qué se usarán esos USD 2 000 millones?

Para pagar gasto de capital.

¿Por qué el Gobierno sigue hablando de un déficit de 4 700 millones, si el presupuesto codificado que ustedes mismos actualizaron es ya de 6 100 millones?

Eso tendría que ver. No creo que sea así. Una cosa es codificado y otra, devengado y eso solo lo sabremos el 31 de diciembre.

¿Cuándo se presentará el Presupuesto 2018 y de cuánto será?

El 31 de octubre. El monto aún se está ajustando.

¿En cuánto se estima el precio del petróleo para la Pro forma?

Estará en un precio similar al actual porque queremos ser conservadores; entre 41,69 y 42 por barril.

Su formación 

Economista por la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE). Maestro en Economía, Instituto Tecnológico Autónomo de México.

Su trayectoria 

Fue director del Instituto de Investigaciones Económicas de la PUCE. Profesor invitado de la Universidad Grenoble-Alpes (Francia). Ha realizado consultorías para organismos internacionales.

Suplementos digitales