Vender más barato es la consigna de 'El Mercadillo' de Guayaquil

La Casa del Árbol, en Urdesa (norte de Guayaquil), funciona desde 2012. Foto: Mario Faustos / EL COMERCIO

Cada sábado, decenas de personas llegan a la Casa del Árbol, en Urdesa (norte de Guayaquil), con la finalidad de comprar mercadería al aire libre en los más de 15 pabellones instalados desde muy temprano. Son compradores que llevan hasta USD 20 destinados al consumo, y regresan con seis o siete objetos para darles un nuevo uso.
No todos los artículos son de primera mano en 'El Mercadillo', nombre con el que se conoce a este sitio representativo de una moda alternativa y elementos de estilo vintage.
Margarita Vélez llegó por primera vez al 'mercadillo' donde esperaba vender vestidos y blusas cuyos costos van desde los USD 2 hasta los USD 5. Su tienda es una de las más económicas del lugar, y para instalarse debió pagar, como el resto de ofertantes, USD 15 de cuota.
Al lado de su local, María Ortiz vende libros, como lo hacía un ciudadano argentino hace dos meses atrás. En el caso de Ortiz, son libros que le quedaron de su antigua librería y de los que no pretendía deshacerse fácilmente. “Encontré aquí un sitio con un ambiente natural y seguro, que parece todo menos un mercado”, comenta Ortiz, quien afirma además que los fines de mes el Mercadillo tiene mayor acogida que en otras épocas.
En el centro de la Casa del Árbol, ubicada en la vía Las Monjas y Costanera, un ceibo es el atractivo del lugar. Como tal, “el Puerto Principal es una ciudad de comerciantes donde la gente busca siempre conseguir lo más barato”, afirma Sonia Bermúdez, quien visita el Mercadillo al menos una vez al mes junto a su hija Sol y su mascota Perú, un perro shitzu de 5 meses.
Allí, ella compra ropa, accesorios y artículos para el hogar como edredones, sábanas, adornos, entre otros objetos. “Incluso he encontrado collares para mi cachorro a mitad de precio”.
Si bien, el mercadillo es un espacio de venta de artículos nuevos y usados, también se ofertan objetos creados. “La casa está abierta para todos, para el arte, para los dulces. Esto es un trabajo de constancia y nació de la idea de una creativa llamada Paulina Obrist”, afirma Erika Palacios, encargada temporalmente del sitio.
"De repente, pueden llegar personas de otros países a vender novedades. Un día se colocó una jordana a vender dulces al lado mío. Mantenía gran parte de sus atuendos, como el chador (una prenda tradicional musulmana). Colocó una mesa para los dulces y se sentó en el suelo a venderlos”, describe Rosa Elena Ríos, quien acompaña a su madre a vender camisetas nuevas en medio de las hojas secas del antiguo ceibo.
'El Mercadillo' nació en el 2012, y en su inicio estaba ubicado en el denominado 'Inmundicipio de Guayaquil', un espacio de arte al que llegaban a exponer innovadores productos.