Baja ocupación hotelera y playas casi vacías. El toque de queda dispuesto por el régimen para combatir la inseguridad deja un balance negativo durante el feriado de Semana Santa en la Península, según una evaluación de la Cámara Provincial de Turismo de Santa Elena.
Su presidente, Carlos Abad, explica que el estado de excepción ordenado por el Gobierno de Guillermo Lasso desmoronó las reservaciones desde el sábado 1 de abril del 2023, cuando fue anunciado. El efecto es que estos tres días, que suelen ser de gran afluencia en los balnearios, dejaron cifras por debajo de un fin de semana regular.
“Estamos conscientes de la situación de inseguridad que vive el país. No solo es Guayas, Santa Elena y Los Ríos; hay provincias con problemas muchos más graves y no se dispuso el toque de queda”, dice Abad. El régimen ordenó toque de queda de 01:00 a 05:00, durante 60 días. “Nos quebraron”, añade el presidente del gremio.
Inseguridad y mal estado de las vías
El balance de la Federación de Cámaras Provinciales de Turismo del Ecuador no es diferente. Destinos como Atacames, en la provincia de Esmeraldas, no superaron el 20% de ocupación hotelera durante este feriado de Semana Santa.
El presidente de la Federación, Holbach Muñetón, indica que el mal estado de las vías y la percepción negativa generada por actos de inseguridad en ciertas localidades dejan cifras negativas para el sector turístico, que aún no supera el impacto de la pandemia de covid-19.
Destinos de la Sierra, como Cotopaxi y Loja, no superaron el 40% de ocupación. Algo similar ocurrió en provincias amazónicas.
Las reservas se desplomaron
Un día después del anuncio del estado de excepción en Guayas, Santa Elena y Los Ríos, las reservas hoteleras cayeron 30% en la Península. Carlos Abad dice que a lo largo de la semana pasada siguieron disminuyendo.
“En sectores populares, como Salinas, la ocupación máximo llegó al 30 o 40%. Los visitantes optaron por venir solo un día y regresar. Otros llegaron solo para pedir la devolución de los depósitos de sus reservas. Ha sido un desastre”, asegura.
El efecto fue totalmente opuesto al que esperaban. En un feriado como este suelen faltar plazas hoteleras en la Península. La provincia tiene cerca de 15 700 plazas de alojamiento, según datos del Ministerio de Turismo.
Piden cambio de medidas
La Cámara de Provincial de Turismo de Santa Elena propuso algunas medidas, previo al feriado de Semana Santa. “Pedimos mayor control, cerrar las playas un poco más temprano, presencia policial y militar en los sectores más populares, control en las vías… Nada de eso no se cumplió”, dice Abad.
El presidente del gremio pide al Gobierno reuniones en mesas de trabajo para evitar afectaciones por medidas como el estado de excepción. “Estamos viviendo una situación compleja, pero el estado de excepción no ha frenado hechos violentos en ciudades como Guayaquil”, asegura.
Abad aclara que la ausencia de turistas no solo afecta a los hoteleros. Explica que el toque de queda frena una serie de actividades nocturnas de pequeñas asociaciones, grupos que se dedican a preparar cocteles, comida rápida, ceviches, que dan seguridad a centros de diversión… “El toque de queda afecta al bolsillo de los habitantes de Santa Elena”.
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