Mostrar la realidad sobre la posesión de tierras de los pueblos indígenas y montuvios (agricultores de la costa) de Ecuador es el objetivo por el que la organización internacional realiza una gira por Suiza, Alemania y Suecia. Foto: Archivo / EL COMERCIO
Los programas sociales del gobierno de Ecuador no han logrado mejorar las condiciones de vida, de nutrición y redistribución de tierras agrícolas a las poblaciones campesinas, asegura Mónica Vera, vocera de la organización no gubernamental FIAN, que trabaja a favor del derecho humano a la alimentación adecuada.
Mostrar la realidad sobre la posesión de tierras de los pueblos indígenas y montuvios (agricultores de la costa) de Ecuador es el objetivo por el que la organización internacional realiza una gira por Suiza, Alemania y Suecia.
La visita, que arrancó la semana pasada, concluye este jueves 13 de abril en Estocolmo, Suecia, luego de una serie de reuniones con funcionarios de los Gobiernos de los tres países que tienen como propósito presentar observaciones sobre Ecuador, previo al Examen Especial Periódico Universal que las Naciones Unidas (ONU) efectuarán sobre el país en mayo próximo.
A su paso por Berlín, delegados de la ONG se entrevistaron con Daniel Kriener, jefe de División para los Países Andinos del Ministerio alemán de Relaciones Exteriores. “Alemania es uno de los países que evaluará al Estado ecuatoriano y elaborará recomendaciones sobre el cumplimiento de los derechos humanos. Con nuestra visita queremos que se visibilice también la lucha, ahora olvidada, de los campesinos e indígenas por la posesión de la tierra”, dijo a dpa Vera.
Según la activista, en la nación andina los programas sociales ejecutados por el Gobierno no han logrado mejorar las condiciones de vida, de nutrición y redistribución de las tierras agrícolas en poblaciones campesinas, lo que a su vez conlleva un empobrecimiento de la economía de estas comunidades.
“Los campesinos, al no tener títulos de propiedad, no pueden acceder a buenas semillas, capacitación, créditos o invertir en mejor infraestructura o mecanismos de producción”, indicó Vera.
En Ecuador, el 83% de los hogares dedicados a actividades agrícolas no son propietarios de las tierras y solo el tres por ciento ha obtenido la tierra mediante la adjudicación estatal, arroja la última encuesta del 2014 sobre condiciones de vida elaborada por el Instituto de Estadísticas y Censos de ese país.
Esta realidad no es muy diferente en otros países. América Latina y el Caribe tienen la distribución de tierras más desigual de todo el planeta, según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) difundidos el miércoles 5 de abril del 2017.
Según la FAO, para reducir la pobreza rural y cuidar los recursos naturales es necesario mejorar la gobernanza de la tenencia de la tierra, los bosques y la pesca y enfrentar la creciente concentración.
Carlos Carpio, presidente de la Asociación de Montuvios del cantón Colimes, una pequeña ciudad en la provincia del Guayas, otro de los problemas crecientes en el Ecuador son los desalojos violentos de campesinos como los ocurridos a los miembros de su asociación en el 2015. Según él, un litigio de tierras que lleva desde el 2012 ventilándose en los tribunales ecuatorianos ha “deteriorado gravemente la alimentación” de su pueblo. “Nosotros teníamos la yuca, el plátano verde, las gallinas de campo y las verduras presentes en nuestra alimentación, pero a partir de que fuimos desalojados de nuestras tierras hemos tenido que cambiar a una dieta a base de productos industrializados”, lamenta Carpio.
De acuerdo con el dirigente montuvio, en 2009 su asociación tenía un derecho de procesión de 735 hectáreas de tierra administrada por el Estado, pero actualmente solo cuentan con 325 hectáreas ubicadas lejos del río Daule, el principal afluente, por lo que cada año pierden un porcentaje de las cosechas de arroz.
Entre las observaciones que FIAN hace al Ecuador está la de reforzar la consulta previa, libre e informada a las comunidades indígenas sobre la decisión de extraer minerales o ejecutar proyectos de infraestructura o energía dentro de sus territorios.
Además esperan que el país andino adopte medidas que impidan los desalojos violentos de los campesinos y acelere la legalización de terrenos. Por otro lado, el Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca del Ecuador ha desarrollado desde el 2009 el programa denominado Plan Tierras cuyo objetivo es justamente legalizar tierras ancestrales a las comunidades indígenas y tierras cultivables a asociaciones campesinas que históricamente ha vivido de la agricultura o ganadería. Desde su creación hasta marzo del 2013, el Plan Tierras ha adjudicado 20 524 hectáreas y beneficiado a 4 020 familias.
“El proyecto tiene una cobertura nacional, concentrándose en territorios claves como las provincias del Guayas, Los Ríos, El Oro, Azuay, Cañar, Chimborazo, Cotopaxi y Tungurahua, debido a la mayor desigualdad de acceso a la tierra”, informa el Ministerio en su página web.