La identidad del Saraguro está en sus productos

Nina y Antonio Contento producen tequila y productos lácteos con recetas tradicionales. Foto: Xavier Caivinagua/EL COMERCIO.

Nina y Antonio Contento producen tequila y productos lácteos con recetas tradicionales. Foto: Xavier Caivinagua/EL COMERCIO.

Nina y Antonio Contento producen tequila y productos lácteos con recetas tradicionales. Foto: Xavier Caivinagua/EL COMERCIO.

Una botella de licor que tiene la apariencia de un indígena de Saraguro, con poncho de lana y sombrero blanco, es el principal producto de la estrategia turística que impulsa el Municipio de Saraguro para difundir su identidad. Esa imagen también se plasmó en las etiquetas de productos lácteos y artesanías del cantón lojano.

La vestimenta tradicional de esta etnia, que vive en el norte de la provincia de Loja, es uno de sus elementos más representativos. Por ello, la industria de lácteos Saraguros apostó por esa imagen para darle identidad a sus productos.

Según su propietario, Antonio Contento, quien fundó la fábrica hace 12 años, en la búsqueda de elaborar productos competitivos se dieron cuenta de la importancia de mantener un rasgo que identificara a este pueblo kichwa para posicionar su imagen desde un espacio más comercial.

El procesamiento industrial combina el conocimiento ancestral con las técnicas modernas para la producción láctea. “El queso es tradicional en Saraguro, pero decidimos darle un valor agregado para llegar a nuevos mercados”. Además del queso andino, que tiene un sabor más salado, ofrecen la variedad conocida como maduros y otro con orégano.

Con una industria láctea consolidada, ellos incursionaron en la producción de licor cuya materia prima es el penco. Al jugo se lo conoce como mishqui, un término kichwa. “Nuestros antepasados tomaban tequila en estado natural, que es el mishqui madurado. Pero nosotros los destilamos para distribuirlo, algo que en otros países aprovecharon, pero acá tardamos un poco”, dice el propietario de la fábrica.

El penco es una planta que se conserva junto a las viviendas de este cantón, sobre todo en las comunidades rurales, según el técnico de Promoción Intercultural del Municipio de Saraguro, Jaime Popa. Según él, una de sus tradiciones ancestrales es la preparación de esta bebida, que es considerada como curativa y de relajación.

Sin embargo, obtener un producto que sea demandado en otras regiones fue complejo. Por ello, su objetivo era tener un sabor propio que distinguiera al licor de penco del sur del país y experimentaron con varias fórmulas hasta encontrar la adecuada. Cada mes se producen 100 botellas de 75 mililitros, pero ahora esa cantidad subirá porque consiguieron clientes en otras ciudades como Guayaquil y Cuenca.

Igual ocurre con los quesos, cuya producción subirá cinco veces más desde este mes para llegar a 3 200 unidades al día, según Contento. Él considera que las variedades del producto que obtuvieron les permitieron llegar a cadenas comerciales nacionales.

El 70% de la producción se comercializa en el Austro y desde este mes la distribución se extenderá a Guayaquil. Allí, también se venderá el licor, al que le pusieron de forma temporal el nombre Tekila, mientras registran una marca propia. Esos productos son parte de la imagen que usa el Municipio para difundir su cultura y convertir al cantón en un atractivo turístico. “La idea es que los visitantes encuentren la esencia de la identidad de un pueblo indígena que conserva sus tradiciones, pero que también se desarrolla”, dice el director del Departamento Intercultural, Marco Guamán.

El objetivo es que Saraguro se conozca no solo por sus elementos tradicionales como la música, la vestimenta, fiestas, sino también por la calidad de los productos, agrega Guamán. Las fábricas de lácteos de ese cantón, que funcionan en la vía Cuenca-Loja, se han convertido en una parada casi obligatoria de los viajeros.

Según Guamán, los saraguros aprovechan los conocimientos ancestrales para desarrollar iniciativas empresariales y que, por lo general, tienen rasgos de su identidad. Eso ocurre con su joyería artesanal, que es uno de los atractivos del centro cantonal y sus textiles en lana de borrego.

Todos esos productos son parte de una campaña que inició el Municipio de Saraguro el 2014 para promover el turismo. Consiste en recorrer las principales ciudades del país con los productores artesanales e industriales y con indígenas para que se conviertan en los promotores turísticos. En Cuenca ya se realizaron dos presentaciones.

En contexto

El tequila y los productos lácteos llevan la imagen de los indígenas en la cual se destacan su sombrero y poncho tradicional. Con esta estrategia y la diversificación de productos buscan difundir sus tradiciones en otras regiones y atraer a los turistas nacionales.

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