María Elena Cuellar al fin se sentó junto a un delegado del área de Compras Públicas del Hospital Teodoro Maldonado Carbo.
Desde 2019 ha tocado la puerta de ese departamento para que el hospital del IESS en Guayaquil cumpla con la entrega regular de piridostigmina, un fármaco esencial contra la miastenia gravis.
“Si no tomo la medicina, mis párpados empiezan a caer y no puedo ver”. Ese es uno de los efectos de la enfermedad catastrófica que le diagnosticaron hace 10 años, un mal que causa debilidad de los músculos por una pérdida de comunicación con los nervios.
El pasado miércoles 24, la Defensoría del Pueblo convocó a pacientes como María Elena para sentarlos en mesas de trabajo junto a representantes del IESS, de los ministerios de Salud y Finanzas y del Servicio de Contratación Pública (Sercop). Es un nuevo paso para resolver la falta de fármacos, en vista de que otras medidas, como las acciones de protección, no han tenido resultado.
En las mesas se han propuesto buscar una salida a los cuellos de botella en la compra de medicinas que no ha sido incluidas en la última emergencia decretada por el Gobierno Nacional.
El delegado en Guayas de la Defensoría, Francisco Del Pozo, enumera algunas trabas, como la falta de un presupuesto específico, ya que algunos fármacos no son parte del Cuadro Nacional de Medicamentos Básicos, y plazos en la Ley de Contratación Pública que no se responden a la urgencia de los pacientes.
María Elena es abogada y se sumó a una acción de protección presentada por varias asociaciones que reclaman fármacos para seguir viviendo. “Si no sigo el tratamiento, no podré hablar, tragar, respirar…”, dice desesperada.
En la Defensoría mostró una caja vacía de la poca medicina que ha recibido del IESS.
Son frascos de 20 pastillas que apenas le duran una semana, porque debe tomar cuatro al día.
Pedro García, delegado del Teodoro Maldonado, dijo que están atados de manos con requisitos engorrosos y esperas de hasta 41 días para la adquisición. Es el mismo tiempo que le toma al Estado comprar pupitres o neumáticos.
Una ruta de soluciones
Dos mesas se conformaron en la Defensoría del Pueblo. En una se analizó el presupuesto y la planificación de las compras en los hospitales. En la otra plantearon propuestas para sintetizar la normativa en las adquisiciones del sector salud.
Jessenia Jiménez se unió a la de presupuesto y aportó con su testimonio. Hace 13 años sufre de hipertensión pulmonar, una enfermedad que le impide subir escaleras. “Si no tomamos la medicación, terminaremos con un tanque de oxígeno”, dice casi sin aliento.
El bosentán es la medicina de base que el IESS le recetó y que no le entrega continuamente. Por eso cuenta que, en algunos días, debe decidir entre comer o comprar las pastillas, valoradas en USD 580.
En 2019 presentó una demanda que llegó a tercera instancia judicial, sin resultados. “El Seguro nos pide paciencia. No puedo ser paciente porque no quiero ser una estadística más”. Hace 20 días, asegura, una compañera murió por esta enfermedad.
Las propuestas de las mesas quedaron por escrito. Del Pozo resume algunos acuerdos, como pedir que se cree un régimen especial con plazos más cortos, exclusivo para compra de medicamentos. Esta solicitud se tramitará en la Asamblea Nacional.
La Asociación de Padres de Niños y Adolescentes con Cáncer ha pedido, desde el 2021, la adquisición de 34 fármacos oncopediátricos para hospitales públicos. Su presidente, Rafael Palacios, dice que las emergencias no los cubrieron. “Si seguimos así, la tasa de mortalidad crecerá aún más”.
En el grupo que dirige asegura que 81 pequeños han fallecido. Como salida, él propone diseñar un cuadro de medicamentos de emergencia. Pero dependerá de las instituciones para que se cumplan este y otros pedidos de las mesas de diálogo instaladas.