La Empresa Eléctrica Quito (EEQ), en coordinación con el Ministerio de Electricidad y Energía Renovable y la Empresa Metropolitana de Rastro construyeron en el Camal Metropolitano un biodigestor para aprovechar los efectos biológicos que se generan del faenamiento de animales, informó Radio Municipal.
La obtención de gas natural (biogás) y abono orgánico a partir de la descomposición del estiércol de los animales es la nueva tendencia ambiental de las industrias. La técnica se denomina biodigestor. El biogás puede sustituir a la electricidad, al gas propano y al diésel como fuente energética.
El biodigestor emplea las excretas de ganado vacuno y porcino. El proceso evita que los desperdicios vayan a las aguas de los ríos, esteros o terrenos baldíos.
Milton Balseca, jefe de Proyectos Especiales de la EEQ, explicó que en un contenedor sellado, llamado biodigestor se colocan excrementos, desechos vegetales y agua que luego de dos meses generan gas metano y fertilizante.
En la parte posterior del Camal Metropolitano, en una piscina de 20 metros cúbicos, se depositan estos tres elementos se convertirán posteriormente en energía eléctrica y el líquido que deja la descomposición del material orgánico se transformará en Biol o fertilizante natural.
Adrián Herrera, gerente de la Empresa Metropolitana de Rastro, calificó la iniciativa como un proyecto piloto. “Lo que antes eran desechos hoy se convierte en energía”. Destacó que la institución también aprovecha la sangre líquida y los huesos, que bajo fuego, se convierten en harina.