Alrededor del parque Calderón, en el Centro Histórico de Cuenca, se ubican los puestos de dulces tradicionales de esta época. Foto: Lineida Castillo / EL COMERCIO
La tradicional celebración del Corpus Christi –mezcla de religión, gastronomía, cultura y arte popular- pone color al Centro Histórico de la capital azuaya. La fiesta empezó el viernes 1 y culminará el 7 de junio del 2018. Durante las siete noches se realiza el adoratorio al Santísimo Sacramento, eucaristías, quema de juegos pirotécnicos y música con bandas de pueblo.
La inauguración fue la noche del jueves 31 de mayo con la Hora Santa, una eucaristía en la Iglesia de San Sebastián y la procesión con la imagen del Santísimo que recorrió las calles céntricas de la ciudad. En los portales de las casonas que rodean el parque Calderón, se ubicaron con antelación, los puestos de los tradicionales dulces de Corpus.
Durante los siete días hay misas a las 07:00, 09:00 y 19:00 en la Catedral de la Inmaculada Concepción, y la última es celebrada por monseñor, Marco Pérez. Cada día, instituciones como El Municipio de Cuenca, Prefectura, Universidad Católica, centros educativos, entre otros, asumen el priostazgo.
La noche de este domingo 3 de junio del 2018 los priostes son el sector turístico: hoteleros, operadores, Cámara de Turismo, Fundación Municipal… A partir de las 21:00 se quemarán tres castillos y habrá derroche de pirotecnia y música popular.
La Catedral Antigua y de La Inmaculada fueron revestidas de luces especiales, para realzar su arquitectura colonial-republicana. Por la gran afluencia de personas que llegan al parque Calderón, en las noches las calles aledañas son peatonizadas.
La gente también llega para degustar los tradicionales dulces que ofertan los más de 50 puestos ubicados alrededor del parque. Hay quesitos, huevos de faldiquera, kuskingas, monjas, roscones, suspiros, pañuelos, quesadillas, cocadas… desde USD 0,10.