En el centro de acopio de Pedernales, personal militar organiza y distribuye la ayuda nacional e internacional. Foto: Julio Estrella / EL COMERCIO
Agua, alimentos, carpas, frazadas y otros kits son los principales contingentes enviados desde el extranjero para los damnificados del terremoto del pasado 16 de abril, en Manabí y en Esmeraldas.
Esta ayuda, luego de pasar los respectivos filtros de registro, continúa entregándose.
En el centro de acopio de Pedernales, además de las raciones alimenticias, kits de aseo y otros, han llegado ollas, cocinetas, lonas, carpas y minineveras, de países como Rusia, Argentina, Colombia, México…
Así lo confirmó el coronel Álex Navarrete, segundo al mando de este sitio de distribución en Manabí.
Según la Secretaría Técnica de Cooperación Internacional, Seteci, hasta el 19 de mayo pasado han llegado
1 911 049 artículos desde 20 países y embajadas del Ecuador en el extranjero. Cada unidad es un litro de agua, una carpa, un kit de aseo personal o un kilo de alimentos.
Este tipo de donaciones, solo en Pedernales, por ejemplo, se reparten entre 55 000 y 65 000 personas cada tres o cuatro días. El domingo 15
de mayo había 41 cajas de carne enlatada enviadas por Rusia. Tras los repartos, hasta el pasado jueves quedaban solo 27, que se entregarán a los damnificados en los próximos días.
A estos centros también ha llegado la ayuda de organismos como Naciones Unidas.
Esta entidad, a través de la Agencia para los Refugiados, Acnur, envió lámparas solares a grupos específicos en respuesta a pedidos especiales. Estas lámparas, que no se han repartido entre todos los albergados, se han llevado a los sitios donde aún persisten problemas de energía eléctrica, sobre todo en áreas rurales.
Desde otros organismos y países también han llegado artículos como tanques para envasar agua, de Suiza, desde China llegaron a Pedernales camas plegables que ya fueron entregadas, entre otros.
En el centro de acopio en Jama, en cambio, solo se recibieron cuatro carpas lúdicas provenientes de Canadá y se distribuyeron en los cuatro albergues del cantón. Luego de armarlas se convirtieron en espacios de juego y aprendizaje para niños.
En el interior de cada carpa hay sillas, mesas, instrumentos musicales, pelotas y materiales didácticos. Según el coronel Francisco Narváez, quien está a cargo del personal militar del cantón Jama, estas donaciones benefician a 38 niños, de las 216 familias albergadas allí.
La cantidad o el número de artículos donados que tienen registrados las embajadas no siempre coinciden con los registros oficiales de la Seteci.
En el caso de la Embajada de México, por ejemplo, hay un reporte de nueve aviones con más de 200 toneladas de ayuda, entre alimentos, agua, vajilla y libros para niños.
Pero estos dos últimos productos no constan en los registros de la Seteci y un informe que la Cancillería divulgó.
Juan Manuel Nungaray, representante de la Embajada de México, aseguró que la ayuda en un inicio se entregó directamente en Manta. Solo después fue tramitada con las autoridades locales. “La ayuda continúa desde México y hemos confiado en los canales oficiales para que llegue a su destino”.
Las donaciones internacionales ingresan con la gestión de la Cancillería y se entregaron a la Secretaría de Gestión de Riesgos y a las
Fuerzas Armadas, encargadas de la coordinación nacional
y la logística.
Una vez conocido el total de la carga, esta se distribuye a los centros de acopio, custodiados por los militares. Mientras que la ayuda económica que ingresa a través del Ministerio de Finanzas se distribuye a las demás Carteras de Estado, según los requerimientos.
Santiago García, decano del Centro de Relaciones Internacionales del Instituto de Altos Estudios Nacionales, IAEN, cree que la ayuda internacional es fundamental, siempre que sea coordinada. “La cooperación no se pesa en dinero sino en prácticas y experiencias”.