En los últimos siete años cinco viviendas del inventario del Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (INPC) y de la Unidad del Centro Histórico del Municipio de Riobamba fueron demolidas.
Estos inmuebles eran parte de los 435 bienes registrados por el INPC en 2007, en 144 manzanas
Pero lo que preocupa a los técnicos de ambas instituciones es que en las recientes inspecciones se determinó que 17 casas están deshabitadas y se deterioran. A la par, otras 187 viviendas se encuentran en un estado de conservación calificado como regular.
El jefe de la Unidad de Centro Histórico de Riobamba, Patricio Zárate, indica que por eso el Cabildo inició un proceso de notificación a los propietarios. “La idea es que se conciencien del valor patrimonial de sus bienes. Les ayudamos con el asesoramiento preliminar como detectar los daños en las cubiertas y en las fachadas”.
A pesar de esto, los dueños de las edificaciones advierten que falta apoyo de las autoridades. Así lo considera Alexandra Paredes.
Ella posee una casa que fue edificada en 1930. La casona, ubicada en las calles 10 de Agosto y Alvarado, es de dos plantas y es una de las 187 propiedades calificadas en estado de conservación regular.
Hace nueve años, Paredes invirtió USD 40 000 en la restauración de dos cuartos y el tumbado. “Nos solicitan que no derroquemos las casas. Sin embargo, no nos dan ningún incentivo económico”.
A pesar del control de los funcionarios, el sábado 27 de julio de este año, una vivienda situada en las calles García Moreno y Veloz, en el centro la urbe, fue derrocada. Se trataba de una casa de una sola planta que fue construida en 1940. Tenía paredes de adobe, estructura de madera y teja.
Los técnicos del INPC están investigando el caso. Marco Silva, coordinador del Área de Bienes Materiales de la Regional 3 del INPC, en Chimborazo, explica que en la inspección se observó el socavamiento de las columnas, de las bases y de las paredes.
“También hubo cortes en la madera de la cubierta. De ese modo la construcción pierde estabilidad y se cae”, explica Silva.
El lunes pasado, la Comisaría de Construcciones del Cabildo colocó los sellos de clausura en esos inmuebles. El comisario Iván Andrade comenta que el objetivo es evitar que se pierdan las evidencias. “El caso está en manos del Departamento Jurídico”.
Daniela Siavichay, asesora jurídica del INPC, señala que una de las medidas emergentes fue solicitar a los dueños que mantenga en pie lo que resta de la casa.
“De lo contrario se extendería una orden de restitución del bien. Esperamos que haya la disposición para que un técnico en estructura haga el peritaje. La idea es conocer las causas del colapso”.
En el 2004, en Riobamba, se derrocaron siete inmuebles asevera Mario Garzón, ex jefe del Centro Histórico. Según él, antes de que llegara el INPC, la delegación estaba a cargo de la municipalidad del cantón Riobamba.
Tras la reforma a la ordenanza, un técnico del INPC pasó a formar parte de la Comisión del Centro Histórico. “Con eso se evitaron que sucedieran más derrocamientos de casas inventariadas”.