En la vía Alóag-Santo Domingo, los trabajos de mitigación para el invierno son intensos desde hace cuatro meses.
A lo largo de siete puntos vulnerables que tiene esta carretera se trabajan en obras, como la estabilización de taludes, muros de protección, ampliación de calzadas y las bases para levantar dos puentes.
La Prefectura de Pichincha y la compañía concesionaria Hidalgo&Hildago, que ejecutan estas labores, tienen previsto terminarlas en abril.
La inversión en estos proyectos asciende a USD 3 791 122. Los estudios determinaron que los trabajos se debían priorizar entre los kilómetros 25 y 57, según el jefe de Fiscalización de la Prefectura, Francisco Achig.
Eso permitió, por ejemplo, iniciar un ensanchamiento de nueve metros de la carretera en el sector Quebrada Negra.
Mientras se desarrollan los trabajos, el paso de vehículos se restringe en varias ocasiones. El conductor Xavier Castro asegura que en ese tramo la vía se vuelve unidireccional por cinco minutos. “Sabemos que son trabajos que se deben realizar en el día y que ayudarán a que no haya derrumbes”.
Los obreros de Hidalgo& Hidalgo y los agentes de la Policía de Tránsito controlan el flujo vehicular en esos tramos.
Achig asegura que el sector Quebrada Negra es considerado como uno de los cinco puntos riesgosos de la vía. En el 2013, cuando se construía un estribo, hubo un desprendimiento de rocas y los trabajos se debieron paralizar por la época invernal.
También se hace un monitoreo constante en los kilómetros 25 y 34. Ahí se registraron derrumbes durante el 2001 y 2012. Varias excavadoras y cargadoras cayeron a un abismo.
“En los dos últimos años no hubo inconvenientes, pero los estudios arrojaron que se trata de una zona riesgosa y por ello se debe hacer una intervención constante”, dice el funcionario.
En el kilómetro 18 se construyó un muro de 140 metros de longitud y 10 de ancho para la protección de la vía. Esta obra sirve para estabilizar el terreno, donde se construirá un puente. Desde la primera semana de enero se inició la excavación para montar los estribos.
Además, se construyó un puente sobre el río Chisinche a 10 metros de la salida del túnel del mismo nombre. La inversión es de USD 187 903.
Igualmente, se trabaja en el desvío del río Pilatón. Este afluente socavó las bases de la vía en abril del año pasado y destruyó uno de los dos carriles en un tramo de 100 metros.
El inconveniente es que el río choca con violencia sobre el margen de la carretera en los kilómetros 55 y 57.
30 obreros trabajan para desviar el cauce y construyen un complemento a un muro de piedras escollera, que impide que el terreno se afloje.
La obra, además, permitió que un kilómetro de la carretera se ampliara unos 50 metros, para que los vehículos puedan rebasar en ese tramo, que antes era angosto.
En la calzada se ejecuta un programa de mantenimiento rutinario, que consiste en el bacheo, limpieza de cunetas, alcantarillas, desbroce y corte de vegetación. Para esto, se conformaron dos grupos de obreros. El primero se encarga del tramo Alóag-Tandapi.
El otro grupo trabaja desde el pueblo de la parroquia Tandapi hasta la Unión del Toachi.
En el sector se coloca la señalización para que los conductores bajen la velocidad de los vehículos, sobre todo de los livianos que suben o bajan a la Costa, y viceversa.
Por esta vía principal circulan diariamente 22 000 vehículos, especialmente con dirección hacia la Costa.