El Municipio de Morona llegó con alimentos a 14 poblados shuar de la parroquia San Juan Bosco. Foto: Cortesía Municipio de Morona
Un total de 1 600 personas de los centros shuar de Miazal y Makunsas, parroquia Sevilla Don Bosco, provincia de Morona Santiago, recibieron kits alimenticios como parte de la asistencia social frente a la emergencia sanitaria por el covid-19.
Estos centros agrupan a 14 poblados de familias nativas asentadas dentro del bosque y en las riberas del río Mangosiza. Desde Macas se llega tras un viaje de cuatro horas en automotor hasta Puerto Morona. De allí, se continúa la travesía en canoa seis horas más.
Pero las casas están dispersas en los bosques por lo que a los brigadistas les tomó cuatro días repartir los alimentos. Los kits (víveres) fueron trasladados en 20 canoas o también conocidos como peque-peque, por los nativos.
Estas familias viven de lo que siembran y lo que cazan del bosque para subsistir. Los poblados no cuentan con agua potable, alcantarillado ni energía eléctrica. Por la distancia no salen a la cabecera parroquial y tampoco hay casos de coronavirus.
Esto pese a que en la parroquia Sevilla Don Bosco el contagio de covid-19 es comunitario. Hasta el 29 de junio, de acuerdo con el informe presentado por Anabelle Rivadeneira, del Centro de Salud Parroquial, tenía 64 casos positivos, de los cuales 42 seguían activos.
La provincia de Morona Santiago registró 1 153 contagios hasta este jueves 9 de julio del 2020, de los cuales 374 están en el cantón Morona y de esos últimos 111 superaron la enfermedad, según las cifras del Ministerio de Salud Pública.
Por ese aislamiento que viven las comunidades shuar el Municipio de Morona coordinó las donaciones de alimentos con los síndicos y presidentes de las asociaciones de centros Shuar de Miazal y Makunsas, Federico Ikiam y Alfredo Jimpikit.
También, participaron los síndicos de las comunidades de Entzacua, Chumpi, Pankints, Kuamá, Antun, Tsuirim, Tsunki, Numpaim, Shiram, Nuwents, Tuntiak, Isidoro, Suritiak y Chiriap, quienes conocen a sus habitantes. La idea es que nadie se quede sin recibir los alimentos.