Redacción Política
Sorpresivamente, el presidente Rafael Correa viajó ayer en la mañana a Nueva Loja (Sucumbíos) y a Francisco de Orellana (Orellana). El miércoles por la noche, después de una reunión que mantuvo con Carlos Viteri, secretario ejecutivo del Instituto para el Ecodesarrollo Regional Amazónico (Ecorae), el Mandatario resolvió asistir a uno de los foros de socialización que se realizó ayer sobre la nueva Ley de Hidrocarburos, organizado por el Ministerio de Minas y Petróleos.
Dos problemas pasaron por la cabeza del Mandatario al momento de tomar esa decisión: la agenda que se discutirá en la Cumbre Amazónica, convocada para hoy en Puerto Francisco de Orellana y las movilizaciones anunciadas para el domingo, por parte de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie).
Pugna por la Ley 010
En Carondelet, a las 18:00, el secretario de Comunicación, Fernando Alvarado, se reunió con dirigentes de varias organizaciones indígenas que no pertenecen a la Conaie. Los dirigentes expresaron su respaldo al presidente Correa.
El prefecto de Zamora, Salvador Quishpe, insiste que “el proyecto del Código Territorial eliminará esos recursos”.
La Cumbre Amazónica, que la integran los prefectos, alcaldes, juntas parroquiales y organizaciones sociales de la región, fue convocada para hablar de temas sensibles para el Gobierno. Los amazónicos quieren crear una sola región autónoma en lugar de las siete subregiones que propone la Secretaría de Planificación y Desarrollo (Senplades).
Un segundo tema es la defensa de los recursos de la Ley 010 que se eliminarían con la aprobación del Código Territorial que discute la Asamblea. También se analiza tomar decisiones sobre la política minera del Régimen.
Con estos antecedentes, la participación en el foro de la Ley de Hidrocarburos era una buena excusa para monitorear de cerca el ambiente de conflictividad social que se percibe en la Amazonia.
Llegó el Mandatario a un coliseo lleno. Correa explicó –a su estilo- que los recursos de la Amazonia están asegurados y que no se eliminarán los dineros por la explotación petrolera (alrededor de USD 200 millones que se obtienen por concepto de la Ley 010).
Correa aprovechó ese foro ciudadano para cuestionar los argumentos de la Conaie al proyecto de Ley de Aguas. “Este Gobierno fue el que decidió poner en la Constitución la prohibición de que se la privatice”.
Después de ese encuentro, el Mandatario tuvo otro , de carácter reservado, con varios dirigentes de las comunidades indígenas y campesinas. Fue en el hotel Arasá, donde participaron Viteri, del Ecorae, y los líderes comunitarios Pascual Tapuy, Eduardo Durán, William Caiza, Pedro Emquin, Wimer Piahauge, entre otros.
El objetivo del encuentro fue persuadir a las comunidades para que no se sumen a las protestas anunciadas por la Conaie.
En la tarde, Correa voló a Francisco de Orellana. Allí participó en una cadena de radio. Correa insistió en la defensa de los recursos para la región. “No caigan en las mentiras de quienes se quieren levantar como falsos líderes de esta rica región petrolera”.