A 15 días de finalizar el año lectivo en la Sierra–Amazonía varios planteles educativos afrontan dos situaciones: rebrote de casos de covid-19 en sus estudiantes y docentes, y el retorno a la virtualidad por el paro nacional.
Estas situaciones han alterado otra vez la normalidad de las clases y pudieran verse afectados los exámenes finales, dijo el docente Rubén Lema, de la Unidad Educativa Antonio Ávila de Cuenca.
En el caso de los contagios, a diferencia de lo que ocurría hasta diciembre pasado, ya no se realizan cercos epidemiológicos, tampoco las autoridades llevan un registro riguroso de los nuevos casos ni reportan al Ministerio de Educación.
Esto ocurre, dice Rubén Lema, porque a los chicos les va mejor con el virus, los síntomas son menores, el riesgo de complicarse es muy bajo y en cuatro días superan la enfermedad y vuelven al aula.
Lema dice que el padre solo lo reporta para justificar la inasistencia de su hijo. La semana anterior cinco de los 50 docentes del Antonio Ávila estaban con permiso médico por esta enfermedad.
En Quito ocurre algo similar
Hace tres semanas, Mateo S., de 9 años, dio positivo. Su madre, Eliana, se dio cuenta cuando la fiebre y la tos se intensificaron. Hasta ese entonces, él asistía normal a clases. La madre de Mateo reportó su caso a la maestra, pero afirma que no hicieron mayores acciones para evitar más contagios.
Hace un mes, en la capital, el índice de positividad del virus no superaba el 20%, pero la semana pasada escaló a casi el 29%; eso ha obligado a que más gente busque centros o puntos de atención para realizarse pruebas de diagnóstico.
Para el pediatra Juan Alberto Prieto, el problema en Quito es que las campañas de comunicación sobre el covid-19 dentro de las escuelas han disminuido.
Aescala nacional, Salud registró hasta el 14 de junio pasado 893 696 casos acumulados de coronavirus, de los cuales el 63% se concentra en la Sierra y Amazonía, principalmente en Pichincha.
Según el Centro de Modelización Matemática de la Escuela Politécnica Nacional, el número efectivo de replicación del virus se ubicó por encima de uno en nueve de 16 provincias de ambas regiones, hasta el pasado 9 de junio. Es decir, hay un mayor potencial de transmisión.
Frente a esto, a los ministerios de Salud y Educación les preocupa el bajo porcentaje de vacunación. Hasta el pasado martes, solo 259 737 niños de 3 y 4 años recibieron la primera dosis anticovid, de una población objetivo de 663 113.
De cinco a 11 años se han vacunado 1,9 millones de los 2,3 millones y de 12 a 17 un total de 1,8 de los 2 millones en primeras dosis, pero la segunda dosis en todos los casos no supera ni el 50%.
De acuerdo con Isabel Cueva, coordinadora de la zonal 7 del Ministerio de Salud, del lunes 13 a miércoles 15 registrado 318 nuevos casos en Loja, 194 en El Oro y 24 en Zamora Chinchipe.
Según ella, esto es un aumento significativo con relación a las anteriores semanas, pero no han tenido menores hospitalizados ni complicaciones con los 10 adultos mayores que están internados.
Aella le preocupa que los padres no llevan a sus hijos a vacunar. Tienen dos meses vacunando a los niños de tres y cuatro años y que en Loja solo alcanzan el 39,52% de la población objetivo.