Olga Imbaquingo y Red. Sociedad
Chrevron-Texaco lleva a otra instancia sus desavenencias con Ecuador: a la Comisión de las Naciones Unidas para el Derecho Mercantil Internacional, con sede en La Haya. La petrolera incluso ya nombró como su árbitro al argentino Horacio Grigera Naón.
30 000 afectados
de la Amazonia son los demandantes que reclaman a Chevron una indemnización.
La corporación argumentó “un aprovechamiento por parte del Gobierno ecuatoriano de la demanda contra Chevron en Ecuador, así como la incapacidad de su Gobierno de cumplir con las obligaciones contraídas en contratos de 10 años de antigüedad”.
Según el embajador ecuatoriano en Washington, Luis Gallegos, “conforme se avecinaba una sentencia en Lago Agrio se esperaba venir esta acción”.
En eso coincidieron Pablo Fajardo, abogado de los afectados de la Amazonia, y Mitch Anderson, de Amazon Watch. Los dos consideran que es una de las últimas tácticas para evadir sus responsabilidades frente al desastre ambiental. La corporación estadounidense afronta un juicio desde 1993 por los daños ambientales ocasionados en la Amazonia durante sus actividades petroleras entre 1964 y 1990.
“Es de entender que lo único que les interesa es cuidar su dinero y por eso se quejan del Gobierno de Ecuador”, dijo Anderson.
Ecuador se negó a someterse al arbitraje que quería Chevron-Texaco en Nueva York en 2004. Sin embargo, ante La Haya no se puede negar porque el país firmó en 1993 el tratado de inversiones, donde existe una cláusula que dice que si el inversionista, en este caso la petrolera, no está conforme con el sistema de justicia puede llevar el caso a esos tribunales.
En este caso, la Procuraduría General deberá responder por Ecuador ante La Haya. Al respecto, el procurador Diego García señaló que “el Estado se defenderá con entereza y solidez jurídica. El reclamo ambiental debería ser resuelto por las cortes competentes y entre las partes, no en un arbitraje en el cual los particulares ni siquiera están representados”.
Con este pedido de arbitraje, la saga Chevron versus Ecuador inaugura el capítulo número tres. El primero es el juicio en Lago Agrio. El segundo es el arbitraje que Chevron pidió en la Corte de Nueva York para obligarle, a través de árbitros, a pagar por los daños en la Amazonia, este último caso después de cinco años acaba de ser cerrado definitivamente por la Corte Suprema, con saldo rojo la petrolera.
Chevron-Texaco quería que la Corte descarte las opiniones del juez Leonard Sand, quien en su momento sentenció que el caso debe continuar en Lago Agrio y que no había lugar a un arbitraje en contra de Ecuador. La petrolera podía apelar la decisión de la Corte, pero no se sabe por qué no lo hizo y el caso se cerró definitivamente el pasado el 31 de julio.
Habrá que esperar si La Haya considera que el caso tiene competencia en sus tribunales de arbitrio. Fajardo considera que el juicio en
Lago Agrio “es tan bien llevado y transparente. No hay ninguna intervención del Gobierno central, excepto la Función Judicial. Ellos buscan desde un tiempo atrás la intromisión del Gobierno en el trámite judicial, para eso ha hecho la presión económica, política, mediática e incluso jurídica para conseguir eso como una gigantesca artimaña”.
El abogado defensor reconoció que con esto, Chevron está logrando su objetivo de prolongar una sentencia en el juicio.