Redacción Cuenca
El camino se pone más difícil a medida que se acorta el tiempo para los Juegos Olímpicos en Londres 2012. El reto principal de 2010 constituye los Juegos Sudamericanos que serán del 19 al 30 de marzo en Medellín, Colombia.
HOJA DE VIDA
Elizabeth Bravo
Nació el 30 de enero de 1987 en Cuenca. Tiene el título de licenciada en Fisioterapia. Sus padres son Alberto Bravo y Ruth Íñiguez.
Antes de incursionar en el triatlón fue campeona sudamericana de marcha. Ese título lo ganó en Chile.
En la actualidad lidera el ranking panamericano y es número 11 a escala mundial.También en este año quiero mejorar mi ubicación en el Mundial de Triatlón que se cumplirá del 11 al 12 de septiembre en Budapest, Hungría. En 2009, en Australia, me ubiqué entre las 11 mejores del planeta y terminé como líder del ranking panamericano.
Este 2010 tengo una gran responsabilidad que es seguir al frente del escalafón americano, puesto que las rivales se cuidarán de mí e intentarán ganarme. Los Juegos Sudamericanos serán difíciles porque se incorporarán competidoras de otros países como Argentina, Brasil y Chile.
El calendario de competencia de 2010 arrancará este domingo en Viña del Mar, Chile. Allí se cumplirá la Copa Panamericana de Triatlón. Al día siguiente iré rumbo a La Paz, Argentina, donde participaré en otra Copa Panamericana, el 17 de enero. En la semana trabajaré en recuperación.
En ambos certámenes contaré con la compañía de Franklin Lojano y Carlos Macharé. Eso me motiva, porque se puede contar con ellos para cualquier emergencia en la prueba. A la mayoría de torneos, por falta de dinero, asisto sola y compito sola. Esa es la desventaja con las europeas.
A escala Sudamericana cuento con la asistencia de entrenadores y rivales de otras nacionales, puesto que me tienen una estima especial. Eso no ocurre en Europa, en donde las adversarias te pueden pasar la bicicleta por encima de tu cuerpo para ganar. Es un mundo frío y más agitado.
Allá compiten por Europa unas 70 triatletas y Ecuador lo hace con una sola representante. Es una gran desventaja. En nuestro caso, si hubiera dinero, Ecuador pudiera enviar a las cuatro mejores triatletas; es decir, a Diana Vizcarra, Karina Navarrete, Nataly Arévalo y yo. Eso sería distinto.
El inglés no es un obstáculo, porque me defiendo, incluso estuve en un campamento en Australia y no tuve contratiempos. El problema es que no conozco a las europeas por falta de más competencias con ellas. En Sudamérica es diferente, conozco virtudes y debilidades de mis adversarias.
También otro de los temas que afectan a la preparación es la falta de un equipo multidisciplinario como poseen la mayoría de rivales. De Centroamérica para arriba, a cada torneo llegan los triatletas con técnicos, médicos, fisioterapistas, psicólogos, cuyos gastos corren a cuenta de sus países.
Luego de las dos copas panamericanas, en Chile y Argentina, retornaré a Guayaquil e inmediatamente partiré a un campamento de dos semanas en Costa Rica. Regresaré para la Copa Panamericana que será el 7 de febrero en Salinas y de allí me prepararé para los Sudamericanos en Colombia.
Ese certamen coincide con la fecha de los exámenes de un diplomado semipresencial que realizo una semana cada cuatro meses en la Universidad de Buenos Aires, Argentina. Se trata de un posgrado de Osteopatía (es una práctica paramédica).
Estoy gestionando para que se cambie de fecha, de lo contrario tendré que inclinarme por los Juegos Sudamericanos. Tengo un compromiso con el país. Por ahora ya tengo aprobado uno de los seis años del diplomado.
En la actualidad estoy entre las 12 deportistas del mundo que tiene una beca de la Federación Internacional de Triatlón. Eso me permite viajar a un mayor número de competencias con relación al resto de triatletas nacionales.
La idea es sumar y sumar puntos en el ranking panamericano y mundial para las Olimpiadas de Londres 2012. Con ese objetivo nado seis kilómetros por jornada, seis veces a la semana. Pedaleo de 40 a 60 kilómetros y corro de 6 a 12 kilómetros, todos los días.