Esta rentabilidad, según fuentes del club, permitirá al Madrid hacer frente al endeudamiento que asumirá este verano.
Para comprar jugadores por valor de USD 400 millones, el club planea recurrir a tres fuentes: los USD 140 millones que tenía en caja a 30 de mayo; la venta de futbolistas de la actual plantilla (Rafael Van der Vaart, Javier Saviola, Wesley Sneijder, Klaas-Jan Huntelaar, Gabriel Heinze, Mahmadou Diarra o Ruud van Nistelrooy), y varios créditos bancarios por USD 140 millones.
Para solicitar el dinero a los bancos, el club cuenta con garantías, calculadas en el ratio, o capacidad de endeudamiento, el más favorable de la industria del fútbol, según Deloitte, y según un estudio de la Universidad de Barcelona.
Este índice es el resultado de cotejar el pasivo, que en el Madrid asciende a USD 700 millones, los ingresos (USD 560 millones), y el activo (USD 980 millones).
Mientras tanto, el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, afirmó ayer que no tiene objeciones morales con el traspaso del portugués. “Estamos en una crisis económica, pero aún hay necesidad de estrellas. Claro que con ese dinero se podría comprar mucho pan, pero el entretenimiento también es dar pan a la gente”.
La opinión sobre este traspaso también llegó desde otros deportistas, como el tenista serbio Novak Djokovic. Él considera que estas cifras deben “ser secretas para evitar una reacción adversa del público”. Mientras que Michel Platini, presidente de la UEFA, calificó la operación como “excesiva y desconcertante”.