Una panorámica de los exteriores. El personal del hotel impidió que se tomen fotos interiores. Foto: EL COMERCIO
Las acciones del hotel serán vendidas con la aprobación del Directorio del Biess, su único propietario. Se busca invertir en otros sectores productivos.
En sus 54 años de operación han habido varios intentos de venta, pero ahora la disposición salió desde la Presidencia.
El hotel, situado en una zona estratégica (González Suárez y 12 de Octubre), no solo es parte de la riqueza de Quito por ser un bien patrimonial, sino que sus dueños son los afiliados y jubilados del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social.
El 100% de las acciones del hotel son parte de la sociedad anónima Quito Lindo, creada por el IESS en 1999. Esta, a su vez, pasó a ser parte del Banco del IESS (BIESS), desde su creación en abril del 2010.
Es así que el 6 de junio del 2013, en sesión extraordinaria, el Directorio de esta entidad financiera, liderado por el ex delegado del Presidente, Fernando Cordero, aprobó la desinversión de las acciones.
Para esto contó con informes favorables de las gerencias de Banca de inversión, Riesgos y Legal. Este último enfatiza: la oferta de las acciones debe efectuarse en ruedas especiales de subastas a través de las Bolsas de Valores del país.
Para entonces se contaba con un proyecto de remodelación, con el fin de que se convierta en el ‘hotel de la ciudad’, con estándares internacionales y así pase de la categoría Superior (primera) a la de lujo.
Esta propuesta, que contemplaba una inversión de USD 50 millones, estaba respaldada por estudios preliminares que se contrataron en el 2010 a un costo de USD 213 050. Estos trabajos reposan en el Biess.
Compromiso presidencial
Tras un año de la aprobación de la desinversión, el cronograma y plan de venta aún no se concretan. Esto se encargó a la Gerencia del banco, que ha tenido tres directivos en cuatro años.
Además, Cordero fue reemplazado por Víctor Hugo Villacrés en el Directorio y en el Consejo Directivo del IESS.
El pasado 15 de mayo, Villacrés envió un oficio a los ministros de Turismo (e) y de Coordinación de la Producción en el que enfatiza que entre los “compromisos presidenciales prioritarios está la venta del Hotel Quito”.
Con este fin realizaron sesiones con delegados de la Presidencia y de estas secretarías para fijar mecanismos más idóneos que permitan instrumentar este compromiso.
Las alternativas se resumen en dos escenarios: venta directa como proyecto de desarrollo con proyección internacional, que implica una estrategia con el contingente técnico y profesional de ambos ministerios…
El segundo es la transferencia del hotel al Ministerio de Turismo, que cuenta con el pedido formal de esta Secretaría, que ante los pedidos de este Diario prefirió no pronunciarse.
“Sobre el particular, en días anteriores recibí instrucciones del Primer Mandatario para que la transacción opere conforme a lo señado en el numeral 1 (primer escenario)”, señala el funcionario en el documento.
Y concluye que la fecha para cumplir con el cronograma es hasta el 31 de agosto de este año.
Al ser consultado sobre este compromiso, señala: el Presidente es un afiliado más y tiene todo el derecho de preocuparse por las inversiones y recursos del Biess, según principios de liquidez, seguridad, solvencia, eficacia y rentabilidad… En cuanto al plazo dice que el Directorio tomará la decisión en los próximos seis meses.
Para entonces, los delegados de los afiliados, Omar Serrano, y jubilados, Bolívar Cruz, deben ser reemplazados. Este último está con licencia médica.
Serrano explica que aprobó la desinversión porque el negocio hotelero no es la naturaleza ni función del banco. Con base en los balances del 2009 al 2012, cree que el hotel no ha sido un buen negocio; su rendimiento es menor que el promedio ponderado anual de otras inversiones (8%) del Seguro Social.
Y enfatiza que aún no han sido presentadas las cifras del 2013, las parciales del 2014 ni las valoraciones en el Directorio.
Villacrés añade que al comparar la rentabilidad promedio con el rendimiento sobre activos del hotel, que es de 3,5%, y el rendimiento sobre el patrimonio (3,8%), es evidente que estos recursos pueden generar más rentabilidad en cualquier otro segmento del portafolio de inversiones del Biess.
Un balance saludable
El hotel tiene un balance financiero positivo: sus ingresos crecieron debido a una mejora de la infraestructura y la calidad de servicios, que se efectuó con reinversión de utilidades. Esto permitió una ocupación promedio de hasta el 80% y subir la tarifa de 215 habitaciones de USD 70 a 79, en promedio.
Esto ayudó, además, a que no se afecte por la eliminación del arriendo del casino, que era de USD 600 000, asegura Tito Ramia, actual administrador.
Los gastos crecieron, principalmente, por la nómina de empleados (264 hasta 2013) y sus utilidades netas fueron de USD 708 000, el año anterior.
Su patrimonio sumó USD 22,8 millones, mientras los activos fijos (terrenos, edificios, máquinas, etc.) alcanzaron 21,5 millones. A esto se suman los activos corrientes por 4 millones, hasta el cierre del 2013.
El hotel ha tenido varias valoraciones y la última fue entregada por la firma Espartacorp en enero pasado, la cual también ha valorado empresas incautadas por el Estado.
El precio del m2 de los terrenos con posible desarrollo oscila entre USD 659 y 1 758. Según las ordenanzas municipales, se puede construir hasta el 40% de la superficie y se permite una altura máxima de 16 pisos para los terrenos de esta zona y seis pisos para el resto.
Esto suma un área máxima edificable de 40 785 m2.
Si solo se toma en cuenta el costo promedio por habitación para valorar el negocio en marcha son USD 17 millones.
Lea la entrevista al presidente del IESS, Víctor Hugo Villacrés, en este link.