El director general de Aviación Civil, Roberto Yerovi, habló sobre los motivos que impulsaron la suspensión de la compañía Aerokashurco. Foto: EL COMERCIO
El director general de Aviación Civil del Ecuador, DGAC, comandante Roberto Yerovi, informó la tarde de este jueves 2 de octubre del 2014 que las operaciones de la compañía Aerokashurco están suspendidas temporalmente. Esta medida regirá mientras se realicen las investigaciones sobre las causas del accidente de su avioneta Cessna 206, ocurrido el miércoles 1 de octubre.
Yerovi explicó que se hará una “verificación a la compañía, sus manuales de mantenimiento, sus manuales operaciones, etc.” Además informó que la compañía deberá cubrir los gastos médicos de los heridos y gestionar lo relacionado al seguro de vida de los pasajeros. Según el funcionario, la empresa tenía al día todos los seguros de accidentes, que cubren a los pasajeros y también a la aeronave.
La avioneta con matrícula HC-CLO 1N cayó alrededor de las 17:15 en la comunidad de Sarayaku, en Pastaza, momentos después de su despegue rumbo al aeropuerto de Shell. Allí falleció el fotógrafo independiente Paúl Navarrete Navas, quien viajó al lugar como freelance para diario El Universo, con el objetivo de cubrir el pedido de disculpas del Gobierno a la comunidad por los daños que le ha dejado a su territorio la explotación petrolera.
En el fallido vuelo también perdieron la vida el piloto Francisco Xavier González y los pasajeros Maritza Aranda, Juan Carlos Gualinga y Toribio Tapuy. El pasajero Hugo Alberto Medina, de 32 años, está internado en el hospital Eugenio Espejo de la capital ecuatoriana, y recibe tratamiento por las quemaduras de tercer grado en el 25% de su cuerpo. Su hija Belén está internada en el hospital de Puyo, en Pastaza.
La decisión de suspender a la compañía se tomó porque este es el segundo accidente que sufre una aeronave de esta compañía en menos de un mes. El anterior ocurrió el 9 de septiembre del 2014, en un viaje desde la comunidad waorani Daimontaro rumbo al aeropuerto de Shell. Tras la caída del artefacto en la zona de Montalvo, falleció el piloto Mike Franco.
Sin embargo, Yerovi Informó que el piloto González tenía su licencia de vuelo en regla desde el 9 de junio del 2014 y tenía validez para un año. Era un permiso para aeronaves monomotor, bimotor y para vuelos con instrumentos. Además, el funcionario dijo que la avioneta estaba en buenas condiciones y contaba con certificación para el servicio de vuelos comunitarios, vigente desde el 12 de julio del 2014. Tenía 1200 horas de vuelo.
Aunque al momento del accidente de Sarayaku la aerolínea comunitaria tenía los papeles en regla, Yerovi dijo que tiene potestad para una suspensión definitiva, dependiendo de los hallazgos al revisar los documentos y procedimientos de Aerokashurko.
También informó que la Junta Investigadora de Accidentes realizará su trabajo por entre tres y cuatro meses. Los restos del avión serán trasladados a Estados Unidos, para verificar el estado en el que estaba al momento del accidente. Aclaró que la avioneta tenía capacidad para transportar a seis adultos y dos niños. El vuelo despegó desde Sarayaku con seis adultos y una niña.
Sobre el control que la DGAC efectúa, Yerovi dijo que se realizan inspecciones a todas las líneas aéreas del país, con un cronograma establecido por sus autoridades. “Las compañías, sus tripulaciones, sus aviones y todo lo que se refiere a la seguridad están bajo vigilancia continua”.
En los últimos dos años han ocurrido seis accidentes aéreos en la Amazonía ecuatoriana. Al respecto, Yerovi dijo que no hay que olvidar que “allá las condiciones son bastante difíciles. Está en manos de la capacidad de los pilotos y nosotros tenemos un sistema de radar que controla a las avionetas para ayudarles en caso de pérdida o de que necesiten ayuda para vuelo instrumental y llevarlos a cualquier pista vía vectorial de radar”.
Informó que en la zona operan 18 compañías de vuelos comunitarios y que hay un tráfico aéreo bastante alto. “Son más o menos 209 pistas privadas que no son controladas”
Explicó que estas son pistas de 400, 500, 600 pies que son privadas, hechas por las comunidades. Dijo que el control se hace en bases de operaciones de Macas, en Shell y otros aeropuertos.
“Nosotros chequeamos a los pilotos, las licencias, certificamos las aeronaves, chequeamos las bases de operaciones de ellos y estamos en constante revisión con ellos. Las compañías de aviación son las responsables. La DGAC controla nada más. Hacemos control de que cumplan la norma ya sean comunitarias o internacionales. Nosotros certificamos de acuerdo al peso del avión que va a aterrizar en esa pista, pero no certificamos las pistas (…) la responsabilidad de aterrizar o no aterrizar en una pista es cuestión de la aerolínea y de los pilotos. Ellos son los únicos responsables”.