Teófilo Villón Barros
La Asamblea Nacional tiene en su composición a seis representantes elegidos por los ecuatorianos residentes en el exterior, especialmente en Estados Unidos, España, Italia y Venezuela.
Coincidentemente, los seis pertenecen a la misma agrupación política y matemáticamente dan la mayoría al bloque gubernamental.
Sin embargo, estos legisladores no estarían cumpliendo la misión que les encomendaron, puesto que no conocemos de ninguna ley propuesta a favor de aquellos, no se ha formado ninguna comisión especializada que trate los graves temas de la emigración, no los hemos visto gestionando apoyo a los compatriotas repatriados, varados, marginados, abandonados en diversos sitios del planeta.
No los hemos visto haciendo nada que contribuya a aliviar, peor remediar, la situación de desamparo que sufren miles de ecuatorianos en el exterior.
¿Han hecho algo para solucionar la interpretación que da España a los hijos de ecuatorianos nacidos en territorio ibérico, calificándolos de ilegales?
¿Se han apersonado para impulsar justicia en los diversos casos de crímenes cometidos contra compatriotas en el exterior? ¿Para hacer realidad las ventajas y créditos ofrecidos pero incumplidos para lograr su retorno?
¿Están haciendo algo para ayudar a los compatriotas que sufren discrimen en Venezuela, España, Italia, EE.UU.?
Creo que no y pienso que la indolencia no está bien. Los ecuatorianos residentes en el exterior los eligieron para que sean sus representantes, para que concreten sus reinvindicaciones, para que hagan las leyes que permitan mejores condiciones de vida en el extranjero, adonde tuvieron que marcharse porque en su país no se las dieron.
Para eso los eligieron, no para que se sumen a una masa legislativa que está incumpliendo su papel de fiscalizar todos los actos irregulares del Gobierno y legislar adecuadamente para el mejor vivir de todos los ecuatorianos.