Olga Imbaquingo
Corresponsal en Nueva York
Barack Obama extendió por otro año el embargo a Cuba, mientras Juanes y otros darán un concierto por la paz allí. ¿Cómo ve esto?
Hay una mayoría en EE.UU. que está convencida que el embargo ya no tiene sentido y ha sido contraproducente. Para EE.UU., Cuba es un asunto de política doméstica y estas dinámicas están vigentes y hacen más lento el proceso de quitar el embargo. Acabar con él no depende del Presidente sino de un largo debate legislativo. Hay otros pasos que se pueden dar antes del fin.
HOJA DE VIDA
Aldo Civico
Aldo Civico es un antropólogo con estudios en la Universidad de Columbia, en EE.UU., y en la Universidad de Bolonia, en Italia.
Es un especialista en resolución de conflictos internacionales.
Trabajó en la parte diplomática para Paz sin Fron-
teras. Estudia el conflicto en Colombia desde 2001.
¿Qué llevó a Juanes y a usted a desafiar al exilio de Miami con el concierto?
El autor intelectual es Juanes. Estoy convencido de la capacidad transformadora del arte en crear un ambiente para facilitar la colaboración entre los dos gobiernos. Sabíamos de la reacción del exilio de Miami; para Juanes importa más el mensaje y su creencia que el efecto comercial en su música. Juanes me dijo: me sentiría mal conmigo mismo si renuncio a mi visión por el miedo a pagar un precio comercial. Allí entendí que llegaría hasta el final.
¿Cómo aportó usted?
Usé mis relaciones con la administración Obama, sobre todo con el Departamento de Estado, para explicar la visión de Juanes y explorar las condiciones para las licencias de artistas y equipos que tienen pasaporte para entrar a EE.UU. Fuimos a Cuba a hablar con los ministros…
¿El gobierno de Obama hace que los cantantes no piensen en posibles sanciones?
La buena noticia es que la administración entendió la idea de Juanes y los otros artistas. Fue veloz el tiempo en que nos dieron las licencias; eso dice que a Washington le interesa que el concierto se dé y es una señal de que el intercambio cultural puede volver a la fluidez que había con Clinton. Obama está restaurando lo que Bush cortó, ojalá no se quede ahí.
¿Qué se espera a futuro?
El mensaje es que no importan las diferencias de los gobiernos que, a veces, separan a los pueblos. Celebremos que América es un
pueblo único. Lo real: todos somos hermanos y ese es un poderoso mensaje político, no de politiquería ni del juego de poder.
¿Se llevará el concierto a la frontera entre Ecuador y Colombia?, allá hay muchos deseos de que pare la tensión.
A Juanes le preocupa la tensión en la región. Él ha dicho que después de La Habana volverá a concentrarse en Colombia. Algo se hará y ojalá sea ahí.
Usted es experto en solucionar conflictos y en la frontera hay tensión. ¿Qué se puede hacer ahí con música?
El artista tiene algo que los constructores de paz deben tener: la capacidad de trascender la realidad y ver lo que otros no. Estamos atrapados en una actitud guerrerista y no de confraternidad.
Los artistas pueden animar a la gente a ser libre de miedos y paranoias y pedir a sus líderes un futuro diferente.
¿La música, Juanes o Juan Fernando Velasco pueden ayudar en la reorientación de ideas de guerra hacia la paz?
Absolutamente. Manejamos los conflictos de forma machista, cuando nos sentimos ofendidos la reacción es ser fuertes para demostrar que no somos débiles. Reorientarnos es la capacidad de salirnos de nosotros mismos para repensar nuestras actitudes, ser creativos en hallar soluciones.
¿Es importante tener oídos más frescos para escuchar más de paz que de guerra?
Juanes, Velasco, Bosé… son referentes de hoy. Fue un ejercicio de análisis sociológico leer en Twitter lo que los fans escriben a Juanes. Se ve un nivel casi de relación personal, hay algo de carácter religioso. Cuando no se confía en políticos ni curas, bienvenidos los artistas, más si tienen valores para construir una sociedad diferente.