FAMILIA y muchos amigos y lectores de la revista se han comprometido con una campaña muy especial para estas navidades. Se trata de una cruzada cultural, educativa y humana que nos convoca a todos: regalemos a nuestro hijos, a nuestros padres, a nuestros abuelos, a nuestros hermanos, a nuestros amigos, a nuestras parejas, a nuestros jefes, a nuestros empleados, a todos, un libro en esta Navidad. Queremos que todos los arbolitos de nuestro país tengan a sus pies libros maravillosos que lleven a los ecuatorianos a descubrir lugares increíbles, a conocer extraordinarias historias de aventura, de vida, de experiencias, de cultura, de arte, de música, de teatro, de fotografía, de cine, de televisión, en fin de todo lo que nos permita conocer el mundo y el pensamiento humano universal a través de la genialidad de los escritores de todos los tiempos.
Tenga en Cuenta
Hazel Rochman : La lectura nos vuelve a todos peregrinos, nos aleja del hogar, pero, lo más importante, nos da posada en todas partes.
Francis de Croisset: La lectura es el viaje de los que no pueden tomar el tren.
Miguel de Cervantes: El que lee mucho y anda mucho ve mucho y sabe mucho.
María Elena Walsh: Donde no hay libros hace frío. Vale para las casas, las ciudades, los países.Un frío de cataclismo, un páramo de amnesia.En especial para los más pequeños del hogar no pueden faltar esos cuentos hermosos tanto de autores ecuatorianos como extranjeros que permitirán a nuestros niños iniciar sus conocimientos sobre el planeta en el que viven, soñar con personajes de fantasía, conocer la historia de nuestra Patria y la de cada rincón del mundo a través de páginas escritas especialmente para ellos, con un lenguaje que les llegue, que puedan fácilmente comprender y con mágicas ilustraciones, fotografías y dibujos que quedarán grabados para siempre en sus retinas y en sus mentes.
Sí, hay que dar juguetes a los niños para que a través del juego aprendan, pero también hay que darles la posibilidad de ir más allá de eso y de soñar con lugares antes no conocidos, con mundos ni siquiera imaginados, con personajes maravillosos que quizás solo los han visto en sueños. Los cuentos, los libros infantiles no pueden estar ausentes de la gran fiesta de la Navidad, ellos deben ser los invitados especiales que esperan pacientes, al pie del árbol en cada hogar, para esas pequeñas manos los tomen y esas caritas angelicales se iluminen frente a la perspectiva de vivir grandes aventuras a través de la lectura. De igual forma los jóvenes estarán muy contentos cuando vean que para ellos también hay un regalo especial que les permitirá recorrer mundos insólitos, ser parte de aventuras extraordinarias y aprender más de la vida.