El secretario de Defensa estadounidense, Robert Gates, advirtió ayer que Washington tiene “todas las opciones sobre la mesa”, incluida la militar, tras el anuncio de una nueva planta nuclear iraní en la ciudad santa de Qom.
“Existe la oportunidad, a través del uso de la diplomacia y de las sanciones económicas, de persuadir a los iraníes” sobre un cambio en su política nuclear, dijo.
Tras conocerse la existencia de una nueva planta nuclear iraní, el jefe de la Organización Iraní de la Energía Atómica (OIEA), Ali Akbar Salehi, quiso calmar las inquietudes occidentales, desmintiendo que la segunda planta de enriquecimiento de uranio, a 100 kilómetros de Teherán tenga un carácter “militar”.
El director del Instituto Francés de Análisis Estratégico, François Géré, comentó que Irán ya está en situación de construir la bomba atómica. “Tienen una instalación de combustible que les permitiría sin duda construir tres o cuatro bombas atómicas”.