Como Carlos Pinoargote (24 años) y Álvaro Rodríguez fueron identificados los infortunados trabajadores que fallecieron la tarde de este miércoles 9 de diciembre del 2015 en Guayaquil, debido al colapso de un muro que construían.
Los fallecidos, y su compañero Rafael Mera (46 años), almorzaban bajo una sombra, al pie de la pared que edificaban junto a un condominio en el sector de la ciudadela Los Rosales, cuando de pronto la misma se desplomó.
Mera salió ileso y solo su pierna fue cubierta por la enorme cantidad de tierra caída. Fue él quien alertó que sus dos compañeros se encontraban bajo los escombros. Ellos eran parte de un grupo de cinco albañiles que trabajaban, de manera particular, construyendo el muro junto a la loma, sobre la cual existen condominios.
Tras las coordinaciones del sistema de emergencias ECU911 Samborondón, que recibió cinco llamados de auxilio, al lugar llegó personal de la División de Rescate del Benemérito Cuerpo de Bomberos de Guayaquil (BCBG).
Unos 35 bomberos, en diez unidades, trabajaron en la emergencia con el apoyo de un miembro de la unidad canina especializado en detección de personas en estructuras colapsadas, así como de una cámara térmica para ubicar los cuerpos a través de su temperatura. El material pétreo lo removieron con palas así como con una retroexcavadora.
El accidente, ocurrido en la ciudadela Los Rosales, en la intersección de las avenidas José Luis Tamayo y Francisco de Orellana, colapsó el tránsito en esa zona del norte de Guayaquil.
Para los próximos minutos se anunció la llegada de un fiscal para el levantamiento de los cadáveres, los mismos que se mantienen junto al sitio del colapso, así como para el inicio de las investigaciones.
Unos 35 bomberos trabajaron en el rescate de los cuerpos de dos trabajadores que murieron tras derrumbarse un muro. Foto: Mario Faustos / EL COMERCIO