Redacción Cuenca
Las firmas de los contratos de trabajo terminaron el miércoles pasado. Ese día acabó el plazo dado por el Ministerio de Educación para ese trámite.
Pero nadie les informó por qué tiempo más le renovaron, por eso, a varios de los 600 docentes que dictan clases en los 70 octavos, novenos y décimos grados de Azuay, que se crearon en septiembre pasado, les preocupa su situación laboral y económica.
Estos centros benefician a unos 2 100 alumnos de Azuay. Luz Marina Molina, profesora en la Escuela Ignacio Escandón, recordó que el pasado lunes, cuando firmó su contrato hubo aglomeración en la Dirección de Educación del Azuay. “Habían tantos maestros que solo nos dejaban tiempo para poner la rúbrica y salíamos sin respuestas”.
En septiembre, ella fue contratada por tres meses para laborar como profesora de Estudios Sociales de los tres paralelos creados (75 alumnos). Confía que el nuevo contrato sea por el tiempo que le resta a este año lectivo.
La directora de la Escuela 3 de Noviembre, Carmita Maruri, confirmó la preocupación. Dijo que entre los seis maestros contratados para los cinco octavos (135 niños) había incertidumbre por la inestabilidad laboral y los sueldos (USD 260 el básico).
En diciembre pasado, Maruri entregó un informe positivo del trabajo de los seis maestros. “Tienen vocación por la docencia y son responsables”. El informe y estar registrados en el sitio web del Ministerio eran los requisitos para las nuevas contrataciones.
La directora de Educación de Azuay, María Eugenia Verdugo, señaló que de los 600 contratos, 15 tuvieron valoración negativa. Según ella, esos casos fueron investigados por los supervisores para evitar subjetivismo por parte de los directores de los planteles.
Verdugo precisó que los nuevos contratos salieron por un año calendario (hasta diciembre próximo). Para ella, es un logro porque antes era solo por tres meses.
No obstante, ella admitió que aún quedan múltiples problemas por solucionar como contratar a más profesores y la falta de personal administrativo
También infraestructura, equipamiento y materiales para los cursos creados. Por ahora, todos los maestros contratados cumplen dobles funciones.
En la Ignacio Escandón, por ejemplo, Molina es maestra de Estudios Sociales e inspectora general. Zoila Calle da Lenguaje y es secretaria. Maritza Avecillas enseña Matemáticas y es subdirectora y Juan Méndez da Ciencias Naturales y es inspector de curso.
Pero para ellas, primero está la enseñanza en las aulas y después el cargo adicional. El caso de la Directora de la 3 de Noviembre es más complicado. Maruri cumple 12 horas de trabajo. Llega a la escuela a las 06:30 para cumplir la jornada escolar matutina donde se educan 950 niñas. Y retorna a su hogar a las 18:30, en jornada ininterrumpida.
Eso no es correcto, señaló Maruri. “La Dirección de Educación de Azuay conoce mi caso, pero sigo esperando por una solución”, indicó la maestra cuencana. Pero Verdugo precisó que con la Subsecretaría de Educación analizan estos inconvenientes para brindar una solución a corto plazo.
Presupuesto en Azuay
La Dirección Provincial de Educación de Azuay se manejará con un presupuesto de unos USD 120 000 financiados con recursos fiscales y 152 000 por autogestión.
Para financiar el funcionamiento de los octavos en la provincia, la Dirección de Educación elabora el archivo maestro que determinará las necesidades reales por cada plantel. Lo mismo se hace con los novenos y décimos grados. Son 70 en total.
Los maestros contratados aseguran que están dispuestos a cualquier tipo de exámenes, pero también solicitan capacitación por parte del Gobierno.