La ley sobre la prohibición del velo integral para las mujeres en los lugares públicos de Francia, aprobada por el Parlamento, pero que todavía no está promulgada, ya comienza a tener efectos.
Una mujer íntegramente velada, sentada en primera fila en los bancos reservados al público del tribunal de Bobigny, a las puertas de París, fue invitada ayer por el Presidente de la Corte a dejar la sala, donde se desarrollaba un juicio.
“Las personas cuyo rostro es visible están autorizadas a permanecer en la sala conservando su velo. Por el contrario, esa señora sentada en primera fila, cuyos ojos apenas son visibles, no está autorizada” , dijo el Presidente del Tribunal.
El magistrado invitó a la mujer a “dejar la habitación o quitarse el velo” . “No estoy asombrada, pero lo esperaba. Pero quise exponerme al riesgo” , dijo la mujer, de 35 años, que prefirió dejar la sala.
El Tribunal estaba juzgando a dos sospechosos de haber ingresado en junio a la casa del imán de Drancy, Hassan Chalgoumi, amenazado por los musulmanes radicales por su oposición a la burka y su apertura al diálogo con los judíos. Ansa