La lluvia cayó durante una hora en Ambato. Pero los seguidores de la agrupación española Mago de Oz la toleraron en fila a las afueras del estadio Bellavista para ingresar a su show. A seis horas del espectáculo, un grupo de fanáticos se dirigió al Hotel Emperador, en el centro de la urbe, para manifestar su admiración por el grupo con gritos y carteles de bienvenida.
Así se desarrollaron los momentos previos al final de la gira Atlantia Gaia III, una trilogía dedicada a la Madre Tierra con mensajes en contra del racismo y a favor del cuidado del medioambiente.
El concierto atrajo a público de todas las edades, que disfrutó de los ritmos combinados de la música celta, folk, black metal clásico y sinfónico. Los mensajes de sus canciones y la magistral interpretación de instrumentos ganaron un lugar en la preferencia de las generaciones actuales.
El sueño de cada seguidor fue lograr un autógrafo o una foto con sus ídolos. Nadie lo consiguió. Los integrantes (Txus di Fellatio, José Andrea, Mohamed, Frank, Carlitos, José María, Sergio Cisneros, Peri y Patricia Tapia) se dirigieron directamente al escenario.
El concierto se fijó para las 20:00. La lluvia fue el principal obstáculo para realizar las pruebas de sonido y en consecuencia el telón se levantó pasadas las 22:00. La banda cuencana metalera Bajo Sueños, encargada de la apertura, fue puntual y ocupó una de las carpas.
“Es un espectáculo nunca visto en esta región. Ojalá no sea la última. Mi favorita es Hasta que el cuerpo aguante”, dijo el baneño Steve Villalba de 35 años. Junto a él, Milton Morales, ambateño de 22, esperaba escuchar Posada de los muertos. “Habla acerca de disfrutar la vida y de la cerveza para emborrachar nuestras penas”.
Bajo Sueños prendió el ánimo de la gente con su interpretación. Terminaron a las 22:27 con su éxito Nada de amor, coreada por todos.
Las dos pantallas gigantes se apagaron. Tras varios minutos se escuchó un mensaje acompañado por un teclado: “El hombre es el más grande consumidor de los recursos pero no aporta nada”. Así empezó el concierto. La gente saltaba, gritaba’ Cerca de la medianoche, el fundador de la banda Txus di Fellatio pidió perdón a nombre de los españoles por todo lo que hicieron hace más de 500 años”, lo que le valió aplausos y el júbilo de los asistentes.